Durante una sesión fotográfica realizada el 19 de septiembre de 1936 en la mansión campestre
Raynham Hall en Norfolk, Reino Unido , el fotógrafo Hubert C. Provand
de la publicación Country Life y su colaborador Indre Shira documentaron lo que se convertiría en una de las imágenes fantasmales más famosas de la historia. Mientras trabajaban en la escalera principal del edificio, Shira reportó haber observado una aparición etérea con forma femenina que se desplazaba hacia ellos. En respuesta a esta observación, Provand procedió a realizar una exposición fotográfica que, al revelarse, mostró la enigmática figura conocida como la
"dama marrón".
El relato de este incidente, acompañado de la polémica imagen , fue difundido por Country Life en su edición del 26 de diciembre de 1936, y posteriormente reproducido en la revista Life el 4 de enero de 1937.
La leyenda de la
"Dama marrón" de Raynham Hall se cuenta entre las historias de fantasmas más famosas de Inglaterra. Según el relato popular,
Lady Dorothy Walpole (1686–1726) habría muerto encerrada en Raynham Hall por orden de su esposo,
Charles Townshend, 2.º Vizconde Townshend, tras descubrirse una supuesta infidelidad. No obstante, un análisis riguroso de fuentes históricas revela que esta historia carece de fundamento.
Dorothy Walpole nació en 1686, hija de Robert Walpole (destacado político) y hermana de Sir Robert Walpole, considerado el primer Primer Ministro de Gran Bretaña. En 1713, se casó con Charles Townshend, 2.º Vizconde Townshend, un influyente político whig. La pareja tuvo siete hijos, lo que sugiere una relación estable durante años.Según registros históricos, Dorothy falleció el 29 de marzo de 1726, a los 40 años
a causa de viruela como confirma
el Oxford Dictionary of National Biography (ODNB)
Los archivos familiares (T
ownshend Manuscripts, en el Norfolk Record Office)
no mencionan ningún castigo o encierro en la mansión. Además, Charles Townshend mantuvo una relación política cercana con el hermano de Dorothy, Sir Robert Walpole, después de su muerte, lo que hace improbable la existencia de un conflicto familiar grave.
El origen del mito se remonta a mas de un siglo después de la muerte de Dorothy, durante el siglo XIX, cuando el interés por lo sobrenatural alcanzaba su apogeo en la Inglaterra victoriana. En 1835, el escritor
Frederick Marryat (autor de
"El buque fantasma") afirmó haber visto el fantasma de Dorothy en Raynham Hall, según relata su hija en el libro
There is no death. Este testimonio sensacionalista ayudó a popularizar el mito, asociando la leyenda con una figura vestida de marrón (de ahí el nombre
"Brown Lady"), que supuestamente vagaba por la mansión. Sin embargo, el incidente más conocido ocurrió en 1936 con la publicación de la controvertida fotografía en
Country Life.
Tom Ruffles en su análisis
The Brown Lady of Raynham Hall - Re-examination of a Classic Ghost Photograph and a Possible Explanation señala que Shira
no era simplemente un fotógrafo social que tropezó casualmente con un
fantasma mientras documentaba una mansión señorial. Su previo entusiasmo por
los aspectos espectrales de la casa y el comportamiento de su esposa hacen que
su declaración en Country Life sobre no estar interesado en fenómenos psíquicos
resulte sospechosa. Los fantasmas ocupaban claramente la mente de Shira.
Ruffles propone una explicación técnica detallada sobre cómo pudo realizarse la fotografía.
La silueta de la
figura guarda similitud con una estatua de la Santísima Virgen María con la
cabeza cubierta y un manto que caía hacia abajo sobre una túnica. Un método para
producir tal figura dentro de la fotografía habría utilizado terciopelo negro.
En este escenario, Provand habría tomado primero la fotografía de la escalera,
luego en el estudio colocado una estatua frente a un fondo de terciopelo negro.
Quizás seleccionaron una Virgen porque sabían que Lady Townshend tenía fuertes
creencias religiosas, o porque era fácil de conseguir. Con una fuente de luz
uniforme para reducir el modelado, se tomaría una fotografía sobreexpuesta de
la estatua, dejando poco detalle pero principalmente una forma brillante. Esto
produciría un negativo mayormente blanco (gracias al terciopelo) con la forma
más oscura.
Ruffles añade:
Los dos negativos se superpondrían y al imprimirse, la escalera se vería a través del otro negativo, haciendo parecer que la figura estaba parada en uno de los peldaños. El tamaño de la figura podría ajustarse moviendo la cámara frente a la estatua hasta lograr la proporción correcta respecto a las escaleras (aunque en términos de escala parece más bien pequeña), y los negativos podrían moverse para asegurar la posición correcta. El compuesto resultante se volvería a fotografiar para crear un nuevo negativo, siendo la única desventaja una ligera pérdida de detalle, como lo que ocurre con los paneles y barandillas.
En otras palabras, todo apunta a un trucaje deliberado.
Entonces, ¿por qué persiste el mito? En primer lugar debido al indudable gusto británico por las historias de fantasmas. En segundo término, por el atractivo poder que mantienen los relatos anecdócticos por sobre la evidencia desmitificadora rigurosa. Y en tercer lugar, por el redituable interés en el turismo paranormal: aunque Raynham Hall (aún en manos privadas) se abre al público ocasionalmente y
su sitio web oficial enfatiza su valor arquitectónico e histórico antes que su fama de lugar encantado , lo cierto es que muchos visitantes acuden al lugar atraídos por su reputación de sitio embrujado, como lo demuestran
diversos blogs y guías turísticas de Norfolk.
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