30.12.09

Entrevista a Massimo Pigliucci

Massimo Pigliucci

La que sigue es la entrevista que realizó al escéptico italiano en abril de éste año , publicada en "La nueva Ilustración Evolucionista". El autor nos recuerda que "el Dr. Pigliucci es profesor de Evolución y Ecología en la universidad estatal de New York en Stony Brook. Es, además de doctor en genética, doctor en botánica y en filosofía. Autor de varios libros sobre evolución, escribe regularmente en the Skeptical Inquirer y en el blog Rationally Speaking."

Reproduzco a continuación, el diálogo mantenido entre ambos.

1. Decía Adrian Bird que “la Epigenética es una palabra útil si no sabes de qué va – si lo sabes, usas alguna otra”. En sus propias palabras “la Epigenética es el estudio de los cambios heredables en la expresión y función de un gen que no pueden ser explicados por cambios en la secuencia de ADN” ¿Qué significa esto?

Supongo que Adrian Bird debería estar de acuerdo también en algo así como “la genética es una palabra útil si no sabes de que va ...” La epigenética es el estudio de información heredable no contenida en el ADN, no puedo explicarlo de manera más clara. La complicación surge del hecho empírico de que existe variedad de fuentes de información no genética, pero esto sólo hace el campo más interesante.

2.¿Alguno de estos cambios se transmiten de generación en generación? ¿Hay evidencia empírica de la existencia de esta herencia epigenética?

Sí, hay una serie de cambios epigenéticos que se transmiten a la siguiente generación, y hay evidencia empírica contrastada en sistemas vegetales y animales. Ya no es cuestión de “si” el fenómeno es real, si no de cuál es su extensión y de qué consecuencias tiene sobre nuestros puntos de vista sobre la evolución.

3.¿Qué relación hay entre la herencia genética y la epigenética?

Es una buena pregunta. De alguna manera, la información epigenética (digamos la del tipo implementada en los patrones de metilación de ADN) depende de los genes puesto que la metilación es posible gracias a las enzimas codificadas por los genes. Por otro lado, la acción de los genes depende de los patrones de metilación, por lo tanto la causalidad funciona en ambos sentidos.

4.¿Cuál es el papel de la ecología en la evolución de nuevos rasgos fenotípicos?

Si por ecología entendemos la totalidad de los factores medioambientales que afectan al mundo de la vida, la ecología es el mayor (pero no el único) determinante de la evolución fenotípica. Pero es una explicación demasiado amplia como para resultar útil.

5.¿Funciona la evolución en varios niveles? Si es así, ¿en cuáles?

Teóricamente, la evolución puede funcionar en varios niveles, incluyendo genes, individuos, grupos familiares, poblaciones y especies. La evidencia empírica para los tres primeros niveles es ahora sólida, y empieza a haber evidencia aceptable para el nivel de especies. También creo que hay una evidencia razonable para la selección de poblaciones y grupos, pero es más controvertida.

6.¿Favorece la selección natural los rasgos que potencian la evolución?

Te refieres a la evolución de la “evolucionabilidad”. Es una cuestión abierta. Aunque hay algunos modelos tentadores y resultados empíricos que parece sugerir que la respuesta es afirmativa. Menos controvertido es que la evolucionabilidad puede y evoluciona por medios no relacionados con la selección natural (por ejemplo como resultado de transiciones evolutivas pasadas, como la habida entre organismos unicelulares y multicelulares).

7.¿Ha acabado la ciencia con la filosofía como David Brooks y otros parecen sugerir?

Si tus lectores están interesados, pueden encontrar mi respuesta a Brooks en mi blog. Creo que Brooks andaba perdido en ese editorial, no comprende la ciencia y desde luego no sabe de filosofía. Dicho fácilmente, la filosofía es una disciplina completamente distinta de la ciencia, con métodos y objetivos diferentes. Decir que la ciencia está a punto de reemplazar a la filosofía tiene tanto sentido como decir que la ciencia está a punto de reemplazar a la literatura, esto es, ninguno en absoluto.

8. Ha mostrado como la disolución del problema de las especies puede ayudarnos a comprender la manera en que la filosofía y la ciencia se pueden reforzar mutuamente. ¿Necesita la Síntesis Moderna un nuevo marco filosófico para incorporar conceptos como “criticalidad” o nuevos descubrimientos empíricos como los que demuestran la plasticidad fenotípica o la herencia epigenética?

Como comenté anteriormente, el negocio de la filosofía no es resolver problemas científicos (o viceversa). Sin embargo los filósofos pueden aportar a los científicos una perspectiva diferente sobre un problema dado (de la misma manera que los científicos pueden dar a los filosófos información empírica que es relevante a sus objetivos). La Síntesis Moderna no necesita una nueva filosofía, sino una discusión abierta entre científicos sobre qué nuevas ideas y descubrimientos añadir a una Síntesis Extendida en el futuro. Como sabes, junto con Gerd Muller del Konrad Lorenz Institute, he editado un libro sobre este tópico que MIT Press publicará el año que viene.

9.¿Cuáles son las limitaciones de la Síntesis Moderna?

Principalmente, que nunca ha incorporado el desarrollo. Esto se está remediando parcialmente desde el campo de la evo-devo, pero sospecho que es sólo el comienzo. El otro problema importante con la Síntesis Moderna es que se basa en un punto de vista sobre el mundo excesivamente geno-céntrico. Los genes son componentes fundamentales de los sistemas biológicos, pero hay otros principios ordenadores (por ejemplo las propiedades emergentes de las redes génicas, así como las interacciones locales de desarrollo) que deben ser consideradas seriamente. Finalmente, hay avances teóricos, como el de la introducción de conceptos como la evolucionabilidad, robustez y la modularidad, que en tanto que compatibles con las ideas de la Síntesis Moderna, simplemente no son una parte explícita de la misma (ni podían serlo, ya que que se han propuesto décadas más tarde) .

10.¿Cuál es su mayor reto intelectual? ¿Sobre qué misterio le gustaría escribir?

Mi reto personal es simplemente comprender el mundo mejor y convertirme en un mejor comunicador de ideas. En cuanto a los misterios, no creo en ellos. Para mi hay problemas que resolver, no misterios. Dicho esto, los problemas más interesantes a los que se enfrenta la biología hoy día, creo yo, son el origen de la vida, la base mecánica de la conciencia, y la futura ampliación de la estructura de la teoría de la evolución.

11.12.09

Pseudociencia en oncología

El Dr. Ernesto Gil Deza es Director de Investigación y Docencia del Instituto Henry Moore



Pseudociencia en oncologia

Enrnesto Gil Deza

(Este artículo fue publicado en la desaparecida revista "El Ojo escéptico"

No es una perogrullada afirmar que la historia de la medicina es paralela a la historia de la humanidad, o, más específicamente, a la historia del pensamiento humano. Así, en la medicina primitiva encontramos el predominio del pensamiento mágico bajo la figura del médico brujo o chamán. Más tarde aparece el médico sacerdote en la medicina asirio-babilónica y en el antiguo Egipto. Posteriormente nace la medicina "científica o técnica" en Grecia hacia el siglo V A.C. cuya figura principal es Hipócrates de Cos. Clasificarla como científica es justo sólo en la medida en que se diferenció de la mentalidad mágica y consideró al conocimiento médico como un "saber" más que como un "poder", a la vez que sentó las bases éticas del ejercicio, práctica, o arte médicos mediante el llamado Corpus Hippocraticum, aunque sus conocimientos serían hoy considerados como proto o precientíficos.

Seis siglos después Galeno(*), llamado "príncipe de los médicos", ejerció una autoridad indiscutida durante catorce siglos en el mundo cristiano a través de sus escritos, aun cuando éstos contienen afirmaciones dogmáticas no probadas y errores groseros fruto de la traslación de observaciones animales a la anatomía humana.

Aun cuando hubo muchos intentos para modificar o perfeccionar los conocimientos recibidos (Vesalio y Paracelso entre otros) recién en el siglo XVII se logra romper con la hegemonía galénica y se instituye en la medicina una forma moderna de pensamiento, a partir de la escuela de Padua teniendo como máximo representante a William Harvey con su Excercitatio Anatomica de Motu Cordis et Sanguinis in Animalibus (“Ejercicio anatómico sobre el movimiento del corazón y la sangre en los animales”) (1- 2 - 3- 4).

Desde entonces hasta nuestros días la medicina ha desarrollado un camino científico para la obtención y transmisión de sus conocimientos. El cientificismo y el reduccionismo por una parte, al igual que el animismo y el vitalismo por otra, pueden ser vistos como extremos erróneos de este camino, en el cual la observación, el registro, la cuantificación, la experimentación, y la comunicación de los conocimientos son fundamentales para una buena práctica médica.

Una visión panorámica de la actualidad muestra cómo la llamada medicina científica tiene una difusión y aceptación universales. Sin embargo se puede observar la coexistencia de tres modalidades diferentes a ella:

1- las medicinas folklóricas: china tradicional, hindú tradicional, indígenas americanas, mágica africana, etc., las cuales pueden ser vistas como la persistencia de sistemas médicos pretécnicos estrechamente relacionados con factores sociales o religiosos.

2- el curanderismo: entendido como el conjunto de prácticas llevadas a cabo por no médicos, relacionado con curaciones milagrosas, imposición de manos, médicos del espacio, etc. (invocando a veces un origen milenario y esotérico).

3- el charlatanismo: prácticas médicas no científicas también llamadas medicinas alternativas, no ortodoxas, no convencionales, no probadas, etc., llevadas a cabo en su gran mayoría por médicos formados en escuelas de medicina científica.

Estas últimas pueden ser concebidas como formas parásitas de la práctica médica, lo cual complementaría el periplo de definiciones: primero fueron llamadas medicinas alternativas, luego complementarias. Hoy podrían llamarse medicinas parasitarias.

Esto es sólo a los fines de aplicar un término médico para su práctica: se nutren y requieren de la práctica médica convencional para poder existir. Habitualmente los pacientes son atendidos por un médico que brinda la asistencia científicamente probada y otro médico que provee una asistencia no probada, la cual, en el mejor de los casos, obra como un placebo.

Frecuentemente sus prácticas son ejercidas con finalidades espúreas y en conocimiento de la ineficacia terapéutica de dichos procedimientos.

En esta ocasión, no analizaré ni las medicinas folklóricas ni el curanderismo. La razón de centrar mi análisis en las medicinas parasitarias es que éstas ponen a la comunidad frente a dos discursos médicos: uno que se enseña en los hospitales o facultades de medicina y responde a los principios científicos, y otro transmitido frecuentemente a través de los medios masivos de comunicación sin fundamentos científicos, ni siquiera en la más ele-mental contrastación de los dichos con los hechos. Esto permite además hacer justicia a las medicinas folklóricas, las cuales carecen del rigor científico de la medicina occidental pero al menos realizan actos terapéuticos con la finalidad de curar y son a veces el único vehículo de salud para mucha gente.

La contraposición de discursos enfrenta a los pacientes con opciones "médicas" difíciles de dilucidar porque cuando acuden a un curandero, mago, chamán o sanador eligen un discurso no médico. En cambio, las medicinas parasitarias se presentan como alternativas y los pacientes o sus familiares consideran que no han dejado de optar por un discurso médico cuando las eligen (ver Cuadro I).

En un artículo reciente** se analiza el impacto de estas medicinas no convencionales en 1.539 norteamericanos angloparlantes adultos entrevistados telefónicamente y se llega a las siguientes conclusiones: el 34 % de ellos se ha so-metido, en 1990, al menos a una de las prácticas no probadas. Se ha calculado, teniendo en cuenta la población global, un total de 425 millones de visitas a prestadores de estas prácticas con un costo de 11.700 millones de dólares anuales. Esto supera en número a las visitas realizadas a los médicos responsables de la atención primaria de la salud (clínicos, pediatras, obstetras) y tiene un impacto económico similar a los gastos sin reembolso de la atención en los hospitales durante el mismo período. Las afecciones mencionadas para su empleo son: cáncer, artritis, dolor crónico lumbar, SIDA, problemas gastrointestinales, insuficiencia renal crónica, y desórdenes alimenticios (5).

Un sinnúmero de prácticas médicas se incluyen en este grupo de tratamiento, entre ellas: terapias florales, acupuntura, quiropraxia, homeopatía, megavitaminas, dietas variadas, grupos de autoayuda, imaginería, curaciones energéticas, biofeedback, hipnosis, sanaciones espirituales, curanderismo, remedios folklóricos, drogas no aprobadas, etc. De las 16 prácticas analizadas, 14 fueron probadas por más de 1 millón de personas.

INCIDENCIA EN ONCOLOGÍA

El impacto de los tratamientos no tradicionales en oncología fue analizado específicamente por Cassileth y col. (6), quienes, mediante entrevistas personales a 1.000 pacientes, mostraron cómo un 54 % de los pacientes realizaban algún tipo de terapia alternativa; la American Cancer Society, en una encuesta telefónica nacional, informó que sólo el 9 % de los pacientes con cáncer recibían terapias alternativas (7). Probablemente, la discrepancia se debe al método empleado para la recolección de datos. En Europa, el uso de terapias alternativas oscila entre 10 y 65 %, mostrando una elevada incidencia en Alemania (65 %), Austria (59 %) y Suiza, con frecuencias que oscilan entre el 23 y 65 % (8).

En una serie presentada en las XII Jornadas de Trabajo de la Asociación Argentina de Oncología Clínica, las licenciadas Ferro N. y Cuello G., analizaron 140 en-cuestas autoadministradas a pacientes de consultorio externo, mostrando que el 43, 5 % de los pacientes han realizado o realizan tratamientos alternativos (9) . Esta cifra re-presenta un valor mínimo, y probablemente el número real sea mayor.

TIPOS DE TRATAMIENTO

La mayoría de las medicinas parasitarias pueden clasificarse en:

1- Metabólicas

2- Nutricionales

3- Psicológicas

4- Espirituales

5- Inmunoterapias

6- Tratamientos con toxinas

7- Tratamientos físicos

8- Terapias herbales o florales

9- Terapias con drogas no probadas

En los Estados Unidos, entre 1893 y 1971, se han desarrollado 59 tipos de tratamientos no probados considerados eficaces contra el cáncer, en la lista de Olson (10) y la American Cáncer Society tiene registrado un número aún mayor . (Ver Cuadro II).

En nuestro país cabe agregar, entre otras, la apitoxina, la cromosomoterapia o espermoterapia, el Iscador, la medicina Ayurveda, pero sobre todo la crotoxina y el método Hansi, los cuales analizaré en forma específica.

CROTOXINA

Fue presentada como un medicamento antitumoral producido con veneno de crotalus terrificus. Su centro de producción fue el CONICET, siendo el doctor Juan Carlos Vidal su mentor principal. La última información periodística que se tiene de él es que estaría trabajando en toxinas de ofidios en los EE. UU. (Nota de Hipótesis: ya fallecido)

La crotoxina fue administrada a pacientes por médicos del Hospital Municipal de Oncología. Los encargados de llevar a cabo esta tarea fueron los doctores Coni Molina, Costa y Hernández Plata. De los 80 casos presentados ante la comisión de oncólogos notables formada a los efectos de evaluar la eficacia del tratamiento, no pudo comprobarse eficacia alguna en los pacientes evaluables (histología probada, tratamiento único, etc.). Fueron llevados a cabo estudios de experimentación preclinicos a posteriori de su estudio clínico, los cuales no mostraron ningún efecto anti-tumoral.

Quizás el problema fundamental de la crotoxina haya sido "el exitismo argentino": se testean 15.000 productos para encontrar 1 que sea eficaz; la crotoxina no hubiera pasado de ser 1 de los 14.999 que no sirven, pero la propaganda que se hizo a través de los medios de difusión y el ámbito oficial de su descubrimiento (CONICET, Hospital Municipal), hizo perder de vista la forma incorrecta en que se había encarado su estudio.

Fue observada neurotoxicidad referida como diplopia (visión doble), hasta el punto que uno de los médicos, Hernández Plata, aconsejaba que fuera administrada de noche para evitar esta molestia al paciente. También se han referido casos de toxicidad hematológica, relacionada con sangrado.

Las declaraciones posteriores de uno de los médicos que formaron parte de la comisión de oncólogos notables, en las cuales desacreditaba el rigor con que se estudiaban los casos por parte de la misma comisión, sembraron dudas en el público. Más recientemente, éstas se acrecentaron con las repercusión del fallo del juez Néstor Blondi, quien firmó el sobreseimiento definitivo de Juan Carlos Vidal, Juan H. Tramezzani, Guillermo J. Hernández Plata, Luis A. Costa, Carlos M. Coni Molina, Gabriela A. Canziani de Rodríguez, y Cristina Seki de Buela.

Estos médicos, junto con Vidal, estaban acusados de haber suministrado sustancias nocivas contra la salud, tentativa de defraudación al Estado e infracción a la ley de Propiedad Intelectual. En el caso de Vidal, los cargos era más graves: malversación de caudales públicos. Sostiene el juez en el mismo fallo que "es cierto que la crotoxina fue aplicada sin mayores recaudos metodológicos científicos" y también "es cierto que las aplicaciones hechas de crotoxina --por lo menos queda evidenciado en el caso de Vidal-- no medió otro intento que no fuera el humanitario; que en algunos casos resultó una franca mejoría del paciente tratado".

"No dudo en afirmar --dice Blondi en el fallo-- que fueron razones humanitarias de asistencia a personas enfermas enfrentadas a la muerte sin remedio y sin posibilidad de recibir remedios, conocidos por la medicina hasta hoy. No descarto que exista en el doctor Vidal una confianza intuitiva en las bondades terapéuticas en los venenos ofídicos." (11),

En otro medio periódistico, se destaca: "Certeza: el ex ministro de Salud y Acción Social, Conrado Storani, dijo que la crotoxina demostró su ‘absoluta inutilidad’ para tratar el cáncer", concluyendo que "por su parte, el titular de la cátedra de Oncología de la Universidad de El Salvador, Eduardo Estévez, dijo ‘la crotoxina es asesina’ y aseguró que los médicos que trabajaron en el tema ‘se salieron absoluta-mente de todos los recaudos científicos’" (12),

Remarcando la confusión, otro periódico sostiene "Crotoxina studied gets green light" (El estudio de la crotoxina tiene luz verde) (13),. Esta serie de transcripciones textuales tiene una sola finalidad: demostrar el grado de incertidumbre y desconfianza que puede suscitar la valoración de un mismo acto, desde la absolución de los acusados por el convencimiento de que obraron por "razones humanitarias" hasta "la crotoxina es asesina", tal como lo afirmó uno de los oncólogos más serios y destacados del país.

Ya veremos más adelante cómo por "razones humanitarias" los científicos deben trabajar con seriedad y ética en las investigaciones clínicas, respetando las declaraciones de Nüremberg, Helsinki y Tokio, que no pueden ser ignoradas.

HANSI

En 1990 hace su aparición el método Hansi, ideado por un médico obstetra, el doctor Crescenti, y el fitólogo Hirschmann. Se presentó como un medicamento homeopático (método Homeopático Activador Natural del Sistema Inmune). El presidente de la Sociedad de Homeopatía desmintió que se tratara de un medicamento homeopático -a través de un reportaje radial- 24 horas después de la difusión pública del método. La Secretaría de Salud Pública se abstuvo de prohibirlo pues "no encuentra principio activo", según la crónica periodística.

En 1993 el laboratorio Canovas afirma que el Hansi en realidad está fundado en un producto homeopático para tratamientos veterinarios: CANOVAS 200, el cual le fue provisto al Sr. Hirschmann quien a su vez lo solicitó para un "amigo con cáncer". Por supuesto, es imposible saber la fórmula original de algo que carece de elementos activos, y al decir del abogado de Canovas en un programa televisivo, "si se lo analiza sólo se encuentra agua y alcohol". Por lo tanto, el Hansi original quedará en una discusión teórica. En ese mismo año se produce una fractura entre Crescenti y Hirschmann: este último sostiene que el primero habría modificado la fórmula original.

Además de la vía oral, se han administrado otras formas farmacéuticas: inyectables, nebulizaciones, etc. Se produce en farmacias seleccionadas, su formulación permanece desconocida y se ignora su mecanismo de acción. Los pacientes han presentado complicaciones relacionadas con este tratamiento, especialmente infecciosas: abcesos, empiemas y sepsis. Así como hematomas y dolor en el sitio de inyección. Se han cultivado frascos cerrados y abiertos encontrándose diferentes gérmenes: Candida Sp, Acinetobacter Sp, Enterobacter agglomerans. En uno de nuestros pacientes bajo este tratamiento observamos síndrome Cushing. También observamos progresión de la enfermedad hasta un estado de incurabilidad en dos casos de pacientes portadores de tumores potencialmente curables, quienes se ne-garon a recibir tratamientos convencionales. No hemos podido observar ningún beneficio objetivo relacionado con su administración cuando los pacientes recibieron sólo Hansi. En aquellos pacientes que recibieron Hansi y tratamientos convencionales, no hemos podido objetivar beneficios diferentes a los del trata-miento convencional solo en términos de eficacia o tolerancia.

ANÁLISIS CRÍTICO

Independientemente del lugar en el cual se produzcan, todos los tratamientos o medicinas alternativas tienen algunos puntos en común:

1- Traslado de la hipótesis a la práctica sin contrastarla con la realidad mediante una experimentación adecuada.

2- Modificación del tipo de tratamiento según la percepción social del progreso científico. Es muy interesante ver cómo en la década del 20 predominaron los tratamientos con "energías", en la del 50 con "aparatos", en la del 70 con "drogas" y en la del 80 con "terapias naturales". Esta suerte de capacidad camaleónica hace que se reciclen muchos de ellos.

3- Explicaciones simplistas de los fenómenos que facilitan la comprensión popular.

4- Falta de distinción entre tipo tumoral, estadios, localizaciones, condiciones clínicas asociadas, etc. y la asunción de la enfermedad como síntoma de un trastorno subyacente fácil de resolver.

5- Conceptualización de los tratamientos médicos como severamente tóxicos e ineficaces ("la batalla contra el cáncer está perdida", "la toxicidad de la quimioterapia es mortal", "luego de la cirugía el tumor se incendió").

6- Eficacia de sus tratamientos mediante el "testimonio" de pacientes "curados", muchos de ellos mal estudiados desde el inicio y algunos probablemente sin cáncer.

7- Gran difusión por los medios de comunicación social.

8- Denominaciones que facilitan su aceptación y dificultan su análisis: medicinas no ortodoxas, no probadas, alternativas, paramedicinas, holísticas, complementarias, etc.

9- Inocuidad aparente de sus prácticas.

CAUSAS DE BÚSQUEDA DE LOS TRATAMIENTOS ALTERNATIVOS

Lo más impactante del informe elaborado por Cassileth y col., luego corroborado por otros (entre ellos el informe de Ferro y Cuello), es el elevado nivel socio-económico-educacional de quienes recurren a estos tratamientos, en contraposición con el arquetipo de persona que consulta a un "curandero". La pregunta surge entonces naturalmente: ¿por qué una persona que tiene a mano la posibilidad de informarse adecuadamente acude a tratamientos fundados en la mentalidad mágica, en muchos casos convencida de la falacia de las argumentaciones y aun en la certeza del engaño?

Las respuestas son variadas así que esbozaremos algunas de las causas probables:

1- TEMOR Y DESESPERACIÓN: las connotaciones de la palabra cáncer son sufrimiento, dolor y muerte. Por lo tanto, cuando alguien recibe este diagnóstico sufre un shock muy importante, aún cuan-do globalmente el 50% de los pacientes se cure. Esta situación lo lleva a obrar con temor a morirse provocando reacciones que van del pánico a la sobreadaptación. Una de las presiones más influyentes son las de "hacer todo", quedando la persona expuesta a realizar lo que está probado y también los fraudes.

2- ABANDONO MÉDICO: puede re-sumirse en la célebre frase "no hay nada más que hacer". En realidad la medicina tiene siempre un quehacer con quienes se van a curar y también con los pacientes incurables. El acompañamiento del paciente y la familia, el control de síntomas, la asistencia de la muerte y la atención de los familiares durante el duelo son tareas médicas que deben llevarse a cabo siempre.

3- PRESIÓN FAMILIAR Y SOCIAL: una de las razones esbozadas para explicar la existencia de las "medicinas alternativas" consiste en la "teoría conspirativa", que propone la existencia de un "establishment" oficial que persigue y excluye a quienes no acatan sus normas o niegan las explicaciones aceptadas. En realidad esta visión de la ciencia como un tribunal de la Inquisición (tan agradable para los medios de comunicación) es falsa y la mayoría de los progresos científicos se han logrado porque la ciencia es un sistema generador de cambios y remoción de conocimientos adquiridos, es decir que tiene en su seno cobijo para el disconforme y el rebelde, e incluso más: es uno de los pocos sistemas que estimula su aparición. Sin ellos no habría progreso, pero es muy diferente la inconformidad a la incapacidad o la impostura.

4- FALSAS EXPECTATIVAS: aun cuan-do a veces quienes practican este tipo de medicina niegan explícitamente la posibilidad de obtener beneficios en términos de curación o sobrevida, siempre sugieren beneficios en cuanto a la calidad de vida. Por lo tanto la mayoría de los pacientes tienen la esperanza de verse al menos aliviados en la toxicidad de los tratamientos, o beneficiados en el control de los síntomas. En nuestra experiencia, aproximadamente 1 de cada 5 pacientes (18%) consideraba a estos tratamientos con posibilidad de curarles.

5- INOCUIDAD: es la base de la elección mencionada por la mayoría de los pacientes, expresada como "a lo sumo no me hará nada". Sin embargo el 40% de los pacientes abandonan tratamientos convencionales beneficiosos en términos de curación, sobrevida y paliación. También está demostrado que algunas de estas prácticas tienen toxicidad intrínseca: desnutrición, anemia, descompensación electrolítica (6), Un número importante de pacientes abandona estos tratamientos cuando se entera de los posibles efectos colaterales.

CAUSAS DE PRÁCTICA

Si el primer punto a resaltar en el estudio de Cassileth fue el perfil de los pacientes, el segundo fue el de quienes administraron los tratamientos: en su mayoría eran médicos y algunos de ellos con entrenamiento en investigación básica o clínica. La pregunta natural es ¿por qué estos médicos han recurrido a estas prácticas no científicas? Hay también varias respuestas, algunas de ellas son:

1- MESIANISMO: en algunas circunstancias consideran que han llegado a una "revelación" de un "tipo de cura", y deben ponerla en práctica sin necesidad de de-mostración, pues la vía por la cual la recibieron transciende el conocimiento científico. En el caso concreto de las medicinas parasitarias y tomando como ejemplo a la terapia floral, ésta le fue "revelada divina-mente" a Bach (14).

2- INGENUIDAD: algunos han llegado a una concepción "holística" de todas las patologías y aúnan etiología, patogenia y terapéutica. No distinguen prácticamente a las patologías entre sí e idean un trata-miento mágico capaz de restaurar la salud en todos los casos. En general, detrás de estas concepciones "ingenuas" hay una gran ignorancia y falta de preparación. A tal punto que, rastreando algunas de las hipótesis esbozadas por los charlatanes podemos retroceder milenios y encontrar al autor de la idea original, la cual ha sido criticada, contrastada, perfeccionada y superada varias veces a lo largo de la historia.

3- DOLO: un número muy importante de quienes realizan estas prácticas persiguen un beneficio económico y están convencidos de la ineficacia de las mismas. Fundamentan su quehacer en que no engañan a nadie, pues no son responsables de las expectativas generadas. Sin embargo no debe olvidarse que un paciente o un familiar de un enfermo con cáncer tienen severamente condicionada su libertad en el momento de elegir un tratamiento.

4- INOCUIDAD: la mayoría de los médicos que asumen estas prácticas están convencidos de que "a lo sumo no hará nada". Puesto que muchos de los pacientes no se van a curar, los médicos están moralmente autorizados a brindar un "placebo".

CAUSAS DE TOLERANCIA

Muchos de los pacientes que realizan estos tratamientos están o han estado bajo la atención de un médico que no los administra, pero tolera su administración. ¿Por qué se aceptan estos tratamientos?

1- IGNORANCIA: la mayoría conoce la toxicidad y las contraindicaciones de los tratamientos médicos, pero desconoce las toxicidades de los "tratamientos alter-nativos" permitiéndolos con un "...quién sabe... tal vez sea beneficioso...". Esto es inaceptable para su práctica, pero lo tolera en la del otro.

2- INGENUIDAD: muchos aceptan teo-rías que tienen uno o dos puntos ciertos y un sinnúmero de afirmaciones no probadas para justificar los tratamientos alternativos. Es particularmente importante distinguir todas las afirmaciones de un charlatán, pues el problema no está en que diga dos o tres cosas ciertas sino en las conclusiones erróneas, en las hipótesis infundadas, o en las mentiras con las que justifica su práctica. Quizás el consejo más útil para un médico consultado sobre la práctica de un charlatán --en un tema que no sea de su especialidad-- sea abstenerse de responder hasta analizar adecuadamente el tema.

3-INOCUIDAD: quienes toleran estos tratamientos están convencidos de que "a lo sumo no hará nada".

ESTUDIO DE LA INOCUIDAD

Como puede observarse, hay un punto de coincidencia entre los pacientes que buscan estos tratamientos, los que los administran, y los que los toleran: la inocuidad.

Por ello, antes de discutir la eficacia y las maneras de comprobarla, los médicos tenemos la obligación de analizar estos tratamientos en forma rigurosa en relación a su inocuidad. Es lo primero que tienen que demostrar quienes los sugieren.

El concepto de inocuidad hace referencia a la falta de efectos indeseables de un tratamiento determinado. El ejemplo médico por excelencia es el del placebo: medicación destinada a dar placer a un paciente, a complacer, más que a brindar un beneficio específico (15).

Hay una vieja tradición médica en torno a la administración de placebos: la primera condición es que no deben causar daño, siguiendo la máxima hipocrática (primero no dañar) y la ética médica. Sin embargo, como ya hemos visto, hay evidencias de que el 40% de los pacientes abandona tratamientos médicos con chances de curación o paliación. ¿Hasta qué punto son responsables de la elección equivocada de los enfermos los que administran estos tratamientos alternativos?

También son conocidos efectos nocivos para algunas de estas medicaciones. ¿Les son comunicadas a los pacientes estas circunstancias por quienes administran estos tratamientos?

La administración de sustancias por vías parenterales (inyectables) en pacientes bajo tratamiento quimioterápico, que disminuye las defensas (bajas de glóbulos blancos) y predispone al sangrado (bajas de plaquetas), facilita en los pacientes infecciones y sangrado. Quienes propugnan su empleo en forma simultánea ¿son concientes del riesgo al cual someten a sus pacientes?

ESTUDIO DE LA EFICACIA

Todo tratamiento debe ser considerado desde la ecuación costo/beneficio; el costo hace referencia a la toxicidad y el beneficio es contemplado como las expectativas reales de curación, sobrevida, o paleación . Cuando el objetivo es la curación o la prolongación de la sobrevida es posible atravesar momentos de "malestar" en la consecución de estas metas. Es por ello que aceptamos operarnos, realizar quimioterapia, radioterapia, etc. Cuando los fines antes citados no son asequibles, la terapia debe tender al control de los síntomas.

Desde 1970 hay un movimiento mundial en la administración de tratamientos paliativos en los pacientes incurables. Se han desarrollado métodos claros de evaluación de control de síntomas; sin embargo ninguno de los métodos alternativos ha aplicado esta metodología para sustentar su eficacia. ¿Por qué no han procurado con-vencer al resto de los médicos de los notables beneficios en el control de síntomas que ofrecen sus tratamientos, en lugar de convencer a los pacientes, quienes carecen del conocimiento técnico suficiente para discernir lo cierto de lo falso?

Desde 1945 (luego de las experimentaciones humanas en los campos de concentración) la comunidad médica mundial --primero en Helsinki y luego en Tokio-- ha sentado las bases éticas de la experimentación humana. En el caso de los tratamientos antitumorales está especificado que todos los posibles medicamentos deben atravesar las siguientes fases de investigación:

-Fase 0: eficacia antitumoral en cultivos de tejidos y tumores animales.

-Fase I: toxicidad humana (voluntarios sanos y pacientes terminales)

-Fase II: eficacia antitumoral

-Fase III: comparación con tratamientos standard

-Fase IV: evaluación de efectos secundarios a largo plazo.

Esto es visto por algunos como una traba burocrática al desarrollo de las investigaciones médicas; sin embargo, es la defensa más importante de los derechos humanos, respetando la dignidad de la persona durante las investigaciones.

La ciencia expresa los beneficios de un tratamiento en términos indudables de beneficios para la vida de una persona. Así que un tratamiento oncológico cura cuando es capaz de restaurar la salud a un paciente brindándole las mismas expectativas de vida de aquel a quien no afectó la enfermedad (esto se puede realizar con recuperación completa de las funciones o con algún grado de minusvalía). Esto se traduce en un mayor número de pacientes vivos a lo largo del tiempo.

Se dice que un tratamiento prolonga la sobrevida cuando los pacientes tratados viven más tiempo en relación a aquellos no tratados, aun cuando en definitiva mueren de la misma enfermedad (p.ej: diabetes); esto se traduce en un mayor tiempo de sobrevida.

Se dice que un tratamiento es paliativo cuando los pacientes controlan los síntomas ocasionados por la enfermedad (p.ej: dolor); esto se traduce en una mejor calidad de vida.

Estos tres elementos, a saber, mayor cantidad de pacientes vivos, mayor cantidad de tiempo de vida, y mejor calidad de vida, tienen correlatos objetivos en todos los tratamientos que científicamente han demostrado ser los mejores. Quienes realizan tratamientos alternativos ¿han demostrado algún beneficio en términos de curaciones, tiempo de sobrevida o calidad de vida, o, por el contrario, se limitan a presentar casos individuales habitualmente tratados en forma simultánea con varias medicaciones?

Para que un medicamento sea considerado eficaz en asociación con otro, debe primero ser útil por sí solo. En caso contrario debe demostrar de qué manera colabora en aumentar la eficacia del medicamento probado: rescatando su toxicidad, modificando su metabolización, aumentando su actividad, etc. Si la asociación no es superior a la droga útil sola, se considera que el medicamento asociado no cumple función alguna y se lo considera parásito.

Así también, muchos tratamientos alter-nativos se presentan como "complementarios". Sin embargo, cuando se analizan sus efectos se demuestra que sólo son parásitos del tratamiento efectivo.

A pesar de todas estas argumentaciones --que no son nuevas-- se siguen administrando medicinas no probadas, y la gente sigue solicitándolas.

Es razonable pensar en la necesidad de "hacerlo todo" cuando se busca el fundamento de esta actitud, y entre esos quehaceres del "hacerlo todo" está la magia; es también razonable asumir que al buscar la magia o la mentira se requiera del mago o del mentiroso para su aplicación. De tal modo la contención se obtiene mediante la administración simultánea de los contrarios: la medicina y la no medicina al mismo tiempo. Si esto es así e inmodificable, el problema es insoluble.

Es esperable que la situación empeore sin una actitud crítica y sin una educación popular en lo que concierne a estos temas. Desde la crítica social se puede ver el re-surgimiento de la mentalidad mágica como un signo de enfermedad social: la in-cultura o la anticultura. En un artículo reciente, Mario Bunge afirma: "para muchos (la ciencia) aparece como el villano responsable de la carrera armamentista, la degradación del medio ambiente y el desempleo", y más adelante sostiene que "dos tercios de los adultos británicos creen que el Sol gira alrededor de la Tierra, el 50% de los norteamericanos adultos rechaza la teoría de la evolución, y el 80% cree que la astrología es una ciencia"(16).

En este contexto, las "medicinas parasitarias" forman solamente parte del anecdotario.

Además, nuestro país ofrece como rasgos sobresalientes haber producido oficialmente la crotoxina y la impunidad para quienes aplican estos tratamientos.

Desde una perspectiva autocrítica, uno puede ver esta clase de "medicina" como un síntoma de la enfermedad de la propia ciencia y el arte médicos: mala calidad de la enseñanza universitaria, sobrepoblación profesional, déficit en la formación de posgrado, desilusión de la práctica médica, falta de reconocimiento social y económico de la tarea asistencial, deshumanización del acto médico, pérdida de la vocación, siendo ésta reemplazada por el comercio de la medicina, etcétera. Cada uno de estos puntos merecería un apartado especial para su análisis. Sin embargo, es ilusorio pensar que en las "medicinas alternativas" encontraremos las soluciones, ya que ellas son consecuencia de las fallas enumeradas.

PERSPECTIVAS

¿Qué se puede hacer desde el punto de vista científico? Lo primero y más importante es tomarlas en serio; esto significa que, sin estudiarlas, no podremos aconsejar adecuadamente a nuestros enfermos. Debemos respetar la autonomía de los pacientes. Nuestro deber es estar seguros de la libertad con la cual eligen: ¿Por qué eligen? ¿Qué saben de aquello a lo cual van a someterse? ¿Conocen los efectos indeseables? ¿Qué esperan del tratamiento alternativo? ¿Se sienten presionados por algún motivo?

Debemos respetar nuestra propia autonomía. Si estamos convencidos de la morbilidad, acrecentada por la aplicación simultánea del tratamiento que aconsejamos, debemos negarnos a administrarlo de esa manera, y que sea el paciente quien elija el tratamiento que desea recibir.

¿Es posible estudiar las medicinas parásitas científicamente? Así lo consideran la Swiss Cancer League y la Suiss Society for Oncology, las cuales, desde 1982, tienen un Grupo de Estudio de los Métodos No Probados en Oncología. Desde 1993, en el Instituto Nacional del Cáncer funciona una oficina para el estudio de las terapias no convencionales que se dedica a investigarlas con el mismo rigor que aplica para la medicina científica. A pesar de los conflictos éticos, que pueden surgir por no respetar las normas internacionales sobre investigación y experimentación, pienso que al menos dos tipos de estudios pueden realizarse sencillamente:

1) Estudios in vitro de los tratamientos propuestos para analizar su eficacia antitumoral.

2) En aquellos pacientes sin alternativas terapéuticas standard, y que estén bajo algún tratamiento alternativo, estudio de reducción de dosis a doble ciego para comprobar su efecto placebo.

Pero quizá lo más importante sea permanecer siempre abiertos al diálogo con nuestros enfermos y estimular su sano escepticismo ante afirmaciones no comprobadas.

A MODO DE CONCLUSIONES

1) Aproximadamente la mitad de los pacientes reciben algún tipo de tratamiento no convencional a lo largo de una enfermedad oncológica.

2) Es necesario observar con detenimiento a las "medicinas parasitarias", especialmente en lo que concierne a la inocuidad de sus prácticas.

3) La única actitud médica con posibilidades de éxito es el respeto y el diálogo con los pacientes.

4) Es necesario exigir idoneidad y rigurosidad en todos los ensayos clínicos.

5) No hay razón alguna para permitir que quienes practican medicinas no proba-das pasen por alto las obligaciones morales inherentes a cualquier práctica médica.

6) Deben realizarse todos los esfuerzos necesarios para informar a la comunidad sobre los riesgos presentes en los tratamientos realizados por charlatanes. EOE

NOTAS:

(*) Como su nombre es precedido por Cl. algunos traducen Cl. por Claudio, pero en reali-dad es una contracción de la palabra "Clarissimus": iluminado).

(**) New England Journal of Medicine, 28 de enero de 1993.

BIBLIOGRAFÍA:

1) Laín Entralgo, Pedro; Historia de la medicina, Salvat Ed. S. A., 1979

2) Bernal, John D.; Historia social de la ciencia, 1/La ciencia en la historia, Ed. Península, 5ª Ed., 1979.

3) Bernal, John D.; Historia social de la ciencia, 2/La ciencia en nuestro tiempo, Ed. Península, 6ª Ed., 1991.

4) Cohen, I. Bernard; Revolución en la ciencia, Ed. Gedisa S. A., 1989.

5) Einsenberg, D. M., Kessler, R. C., Foster, C. & col.; Unconventional Medicine in the United States, New England Journal of Medicine, 328: 246-252, 1993.

6) Cassileth, B. R., Brown, H.; Unorthodox Cancer Medicine, en Cancer Investigation, 4: 591-598, 1986.

7) Mc Ginnis, L. S.; Alternative therapies, 1990. An Overview, en Cancer, 67: 1788-92, 1991.

8) Grossenbacher, B., Hauser, S.P.; Ernährung und therapeutische Diäten bei Krebs-patienten. Bern: Huber. 1992.

9) Ferro, N., Cuello G.; Extensión e impacto de los tratamientos alternativos (TA). Abstracto 36. XII Jornadas de Trabajo de la Asociación Argentina de Oncología Clínica, en Tumor, Vol. 5 Nº 2, 1990.

10) Olson, K.B.; Drugs, Cancer and Charlatans, en Horton J., Hill G.J. (Editores), en Cli-nical Oncology, Philadelphia. W.B. Saunders Co. 182-191, 1977.

11) En Clarín, 4 de marzo de 1993.

12) En La Nación, 4 de marzo de 1993.

13) En Buenos Aires Herald, 4 de marzo de 1993.

14) Saraví, F.; Dígalo con flores: la medicina floral del Dr. Edward Bach, en EOE, Año 2, Nº 5, pág. 4-10, 1992.

15) Skinner, Henry A.; The Origin of Medical Terms. Williams and Wilkins Co. Baltimore, 1961.

16) Bunge, M.; La percepción popular de la ciencia en Norteamérica, en EOE, Vol 1, Nº 2, Suplemento especial, 1991.

28.11.09

¿Vale la pena el entrenamiento mental?

Artículo de Graham Lawton escrito para la revista "New Scientist" y traducido para La Nación por Luis Hugo Pressenda .

LONDRES.- Estoy concentrado al máximo, observando un pequeño recuadro en blanco en medio de la pantalla de mi computadora. De un segundo a otro, una letra aparecerá en el recuadro y, al mismo tiempo, un pájaro irrumpirá en algún lugar de la pantalla. Mi tarea es "cazarlo" con la flecha accionada por el ratón de la computadora, y luego tipear la letra en el recuadro.

Tengo un pretexto por si mi jefe me descubre jugando en la oficina: estoy adiestrando mi cerebro. Cuanto más practique, más inteligente se volverá mi cerebro y mejoraré mi rendimiento laboral, o por lo menos eso fue lo que me dijeron.

El juego Birdwatching nació en los Laboratorios Lumos, de San Francisco, una de las decenas de compañías que surgieron para lucrar con el furor del "entrenamiento cerebral". Como la mayoría de sus competidores, la teoría que impulsa sus ventas es franca y directa: el cerebro humano es como un músculo: cuanto más se use, más poderoso se volverá.

Para quienes creen en eso, actualmente en el mercado hay cientos de juegos para realzar la actividad cerebral. El producto más conocido es un videojuego llamado Brain Age , desarrollado por el neurocientífico Ryuta Kawashima de la Universidad de Tohoku, en Japón, y es promovido por la actriz Nicole Kidman.

Si bien cada uno de esos juegos proclama aspectos favorables levemente diferentes, en términos generales ofrecen uno o dos beneficios. O bien "mejoran el normal funcionamiento cerebral" -cosas como la atención, la memoria y la rapidez mental- o "aminoran la decadencia que viene con la edad". Las compañías afirman que sus programas están sustentados en las más recientes pruebas científicas.

Pero ¿da resultado el adiestramiento cerebral? "Depende. Es como si preguntáramos si los fármacos dan resultado. Dependerá de la molécula", respondió Torkel Klingberg, especialista en adiestramiento cerebral del Instituto Karolinska, de Estocolmo.

El mercado norteamericano relacionado con el adiestramiento cerebral movió apenas 2 millones de dólares en 2005, pero se esperaba que moviera unos 80 millones de dólares en 2007. El catalizador de ese aumento meteórico probablemente haya sido el lanzamiento, en 2005, de Brain Age , del que se han vendido más de 14 millones de copias en todo el mundo.

Como sus competidores, Brain Age es un conjunto de acertijos y videojuegos que se valen de capacidades cognitivas como la memoria, la atención, y la rapidez mental. Como sucede con todos los videojuegos, cuanto más juega uno, mejor lo hace. Lo que hace que los juegos de adiestramiento cerebral sean especiales, así dicen, es que los mejoramientos no ocurren sólo dentro del contexto del propio juego sino también en el mundo real.

Usarlo o perderlo

En un plano superficial, esto tiene bastante sentido. Ya se sabe que la gente mayor que permanece mentalmente activa resiste más la decadencia cognitiva y la demencia, y muchos estudios científicos han respaldado la hipótesis de "usarlo o perderlo". Si da resultado para la gente mayor, ¿no debería dar resultado para todos?

Tal vez sí. En los últimos 15 años, los neurocientíficos han acopiado abundantes pruebas de que importantes funciones cognitivas como la memoria, la atención y la rapidez mental pueden ser mejoradas con el adiestramiento cerebral, no sólo en los mayores, sino también en los jóvenes adultos sanos. También hay estudios que demuestran que plantear desafíos a una región específica del cerebro la estimula para que crezca y se desarrolle.

La mayoría de las compañías que ofrecen adiestramiento cerebral no llegan a especificar de qué manera su producto modificará físicamente el cerebro de una persona. Como prueba de que los programas de adiestramiento cerebral dan resultado, tienden a señalar el peso absoluto de los datos acumulados, pero si se va más a fondo las cosas comienzan a ser menos definidas.

"Faltan entre 12 y 15 años de buen trabajo científico de laboratorio para orientar y corregir el rumbo de los cerebros. Todo puede ser mejorado. El cerebro es masivamente dúctil, si se lo adiestra de manera correcta", comentó Mike Merzenich, neurocientífico de la Universidad de California en San Francisco, y director de Posit Science, compañía que desarrolla programas "que mejoran el estado del cerebro".

La diferencia es clave: el cerebro parece ser adiestrable, pero hay que hacerlo correctamente.

"Eso significa que cada programa de adiestramiento cerebral debe ser evaluado por sus propios méritos. Y cuando uno hace precisamente eso, las dudas comienzan a asomar. Los experimentos con programas específicos tienden a ser escasos, con pocos participantes, y no muy controlados. A menos que se haya demostrado que un programa de adiestramiento tuvo éxito bajo las rigurosas condiciones de una adecuada evaluación clínica, los resultados deben ser considerados provisionales."

El programa Lumosity, creado por los Laboratorios Lumos, es un ejemplo típico. Según Mike Scanlon, director del departamento científico de la compañía, el programa de adiestramiento cerebral fue adaptado a partir de experimentos en psicología y literatura relacionada con la neurociencia cognitiva. Los propios experimentos de la compañía muestran que 30 sesiones de adiestramiento produjeron signficativas mejoras en pruebas de atención visual y memoria funcional.

Esto suena impresionante hasta que uno tiene en cuenta que los experimentos incluyeron a 14 personas, y que los resultados no fueron publicados en una revista especializada evaluada por colegas. Lumos sostiene que su programa enseña a ejercitar la rapidez mental y el control cognitivo, pero aún tiene que dar pruebas que respalden eso.

Resultados provisionales

Esto no quiere decir que el programa Lumosity no da resultado ni que los experimentos fueron mal diseñados. Lo que sí sugiere es que el programa Lumosity no puede asegurar que sea una vía comprobada hacia un cerebro mejor dotado, y que los resultados obtenidos por la compañía, y los de muchas de sus competidoras, deben ser tenidos en cuenta como provisionales.

Sin embargo, la ausencia de pruebas fehacientes no es necesariamente considerada un problema. Susan Greenfield, de la Universidad de Oxford, ha apoyado públicamente el programa de adiestramiento cerebral MindFit para personas mayores sobre la base de una investigación que aún tiene que ser evaluada por colegas. Greenfield señaló que está persuadida de que existe la suficiente evidencia de que el adiestramiento cerebral vale la pena.

"Creo que da resultado. ¿Qué se puede perder? No se corre ningún riesgo", agregó. Hay que destacar que ningún estudio ha demostrado que el adiestramiento cerebral empeore las capacidades cognitivas.

Evidencias científicas positivas: Las disponibles no provienen de grandes ensayos clínicos

LONDRES (New Scientist).- Más allá de lo que dicen las compañías que los producen y las celebridades que los recomiendan, ¿existe alguna evidencia decente e independiente de que los programas de entrenamiento mental funcionan? Sí, y aunque no provienen de ensayos clínicos realizados a gran escala, los estudios realizados apuntan todos en la misma dirección.


En 2006, un grupo dirigido por Karlene Ball, de la Universidad de Alabama, Estados Unidos, publicó los resultados de un amplio estudio realizado con fondos federales que testeó la hipótesis de "úselo o piérdalo". Entre 1998, y 2004, pusieron a 1884 adultos mayores sanos en un programa intensivo de 6 semanas, diseñado para entrenar la memoria, el poder de razonamiento y la velocidad mental.

Una vez finalizado el programa, Ball y sus colegas hallaron que no sólo había sido útil sino que sus resultados eran generalizables: aquellos que habían ejercitado su memoria respondían mejor a los tests de memoria. Es más, cuando los participantes fueron revaluados 5 años más tarde, los efectos todavía eran detectables.

Aún así, no existen evidencias de que ese entrenamiento haya tenido algún efectos sobre las actividades cotidianas de los participantes. Eso no ha impedido que los investigadores estén ahora empleando sus resultados para elaborar un programa de computación para el entrenamiento mental de personas mayores.

Sin garantías

Otros estudios han tenido mejores resultados. Mike Merzenich y sus colegas de Posit Science publicaron los resultados de otro gran ensayo clínico en 2006. Pusieron a prueba su juego de computadora Brain Fitness Program en 182 adultos mayores. Aquellos que participaron del programa tuvieron mejores resultados en tests de memoria que los del grupo placebo (que sólo vio un DVD), y las mejorías todavía podían ser percibidas tres meses más tarde.

Es importante señalar que ningún estudio ha mostrado que el entrenamiento mental puede empeorar las habilidades cognitivas. Lo que no hay que esperar es que al usar estos programas uno desarrolle una memoria fotográfica o una agilidad mental extrema de un día para otro.

"Yo suelo comparlo con dejar de fumar o empezar a hacer actividad física -comentó Susan Greenfield, de la Universidad de Oxford-. Puede reducir el risgo de cáncer. Pero no es una garantía de que uno no va a padecer la enfermedad." Fin del artículo.

De manera adicional, les recomiendo éste artículo relacionado en el diccionario del escéptico : "Gimnasia cerebral: kinesiología educacional"

5.11.09

Acerca de Vilayanur Ramachandran

Vilayanur Subramanian Ramachandran

Este artículo fue confeccionado por la Lic. Ana Belén Amil y publicado en el Boletín Científico Coband Nº 49/Noviembre de 2009


Vilayanur Subramanian Ramachandran nació en Tamil Nadu, India, en 1951, y pasó buena parte de su juventud en el exterior, cubriendo puestos en Asia. Luego de recibir su M.D. en la Universidad Médica Stanley en Madras (1974), se mudó a Cambridge, específicamente a la Universidad Trinity, donde obtuvo su PHD en neurociencia y psicología experimental. Más tarde realizó su postdoctorado en el Departamento de Fisiología de la Universidad de Oxford. Sus asesores fueron Oliver Braddick, Fergus Campbell, Horace Barlow, Colin Blakemore y David Whitteridge. Pasó dos años en Caltech, como investigador, trabajando con Kacj Pettigrew. Luego fue Profesor Asistente de Psicología en la Universidad de California, San Diego (1983), y Profesor de dedicación plena desde 1998. En Inglaterra, fue colaborador de Richard Gregory.

Actualmente es director del Center for Brain and Cognition de la Universidad de California, así como profesor del Departamento de Psicología y Neurociencias, y adjunto de Biología en el Instituto Salk para Estudios Biológicos. Fue elegido como becario en la Universidad All Souls, Oxford, y en el Instituto Royal de Londres, donde fue premiado con la medalla Henry Dale. Fue llamado "el Marco Polo de la neurociencia" por Richard Dawkins y el moderno Paul Broca por Eric Kandel. La revista Newsweek lo nombró uno de los 100 hombres más prometedores del siglo XXI.

Ramachandran siguió dos carreras paralelas: una sobre el estudio de la percepción visual, utilizando los métodos de la psicofísica; y la otra en neurología, particularmente sobre un número de síndromes neurológicos. Introdujo el uso del feedback visual para el tratamiento del síndrome del miembro fantasma, la rehabilitación luego de un ataque de apoplejía, y el síndrome del dolor regional complejo. También es conocido por sus experimentos y especulaciones en el campo de la sinestesia, junto con Edward Hubbard y David Brang. Recientemente su trabajo se focalizó en las causas del autismo.

Ramachandran publicó más de 180 artículos en revistas científicas. Veinte de ellos aparecieron en Nature, y otros en Science, Nature Neuroscience, Percepetion y Vision Research. Es autor del aclamado libro "Fantasmas en el cerebro", que fue traducido a nueve idiomas. Es editor de la Enciclopedia del Cerebro Humano (2002) y co-autor de la columna "Illusions de Scientific American Mind.

Sus investigaciones más tempranas sobre percepción visual humana se llevan el crédito de haber descubierto nuevos efectos visuales que iniciaron una revolución neo-gestalt en el campo. Es posible ver dichas ilusiones en su sitio WEB

Ramachandran también se dedicó al estudio de síndromes neurológicos para investigar los mecanismos neurales que subyacen a las funciones mentales humanas. Es especialmente conocido por la simplicidad y elegancia de sus experimentos, que usan equipos con tecnología muy sencilla para intentar contestar preguntas fundamentales sobre cómo funciona el cerebro. Respecto del miembro fantasma, Ramachandran explica que el hecho de que la cara esté subyacente a la representación de la mano y el brazo en el homúnculo cortical es crucial para explicar el origen del fenómeno. Cuando un brazo o pierna es amputado, el paciente continúa sintiendo la presencia del miembro faltante. En 1990, Ramachandran comenzó a utilizar este fenómeno como una prueba para explorar la plasticidad neural en el cerebro adulto. Sugirió que el miembro fantasma se puede deber a los cambios en el cerebro más que a cambios en los nervios periféricos. El input del miembro es mapeado en la corteza somatosensitiva de una manera ordenada, formando una representación llamada homúnculo somatosensitivo. El input de la mano está adjunto al input del brazo, de la cara, y al lado del input del pie. Dado el modo en que está distribuida la representación de la superficie del cuerpo en el cerebro, una estimulación en la mejilla podría producir sensaciones en el miembro fantasma.

Ramachandran demostró que cuando un brazo es amputado, el territorio cortical que queda vacante es invadido por neuronas que responden a la estimulación de la cara. Esto muestra que los mapas cerebrales son muy maleables, y no rígidos desde el nacimiento como antes se creía.

Muchos pacientes con "brazos fantasmas" sienten que pueden mover su miembro, pero otros sienten que está paralizado, usualmente en una posición muy incómoda y dolorosa. Ramachandran sugirió que esta parálisis se debía a que cada vez que el paciente intentaba mover el miembro, recibía información sensorial a través de la propiocepción de que dicho miembro no se movía. Este feedback se fijaba en el circuito cerebral a través del aprendizaje Hebbiano, de modo que incluso cuando la pierna no estaba presente, el cerebro aprendió que el miembro estaba paralizado. Para sobreponerse a esta parálisis aprendida, Ramachandran creó la caja espejo: se le coloca un espejo frente al paciente, y se le pide que mire el reflejo del brazo normal, de modo que se sobreimprima a la sensación del fantasma (creando así la ilusión de que el miembro perdido había resucitado). Cuando el paciente mueve su brazo normal mientras mira el reflejo, no sólo ve al fantasma moverse sino que también lo siente. Esto parece hacer desaparecer el dolor en el miembro fantasma. En otros pacientes, esto hace desaparecer al fantasma completamente. Estos hallazgos fueron comprobados en estudios de doble ciego.

Ramachandran también usó estos miembros fantasmas para explorar los correlatos perceptuales del sistema de neuronas espejo en humanos. Las neuronas sensoriales se activan cuando somos tocados, y una proporción de estas mismas neuronas también se activan cuando vemos a alguien siendo tocado, como si “empatizaran”. Pero la persona que mira generalmente no siente nada. Ramachandran descubrió que si un paciente con miembro fantasma mira a otra persona siendo tocada, siente que le están tocando su miembro fantasma. Masajear a otra persona parece aliviar el dolor en el miembro amputado.

Esta misma metodología de caja espejo fue utilizada para acelerar la recuperación de brazos y piernas en personas que han quedado paralizadas luego de un ataque de apoplejía. Todos estos hallazgos resultaron en un nuevo acercamiento al modo de funcionamiento cerebral. La vieja postura de que el cerebro era un set de módulos autónomos prefijados desde el nacimiento fue reemplazada por una nueva visión, en la que los módulos están en un constante estado de equilibrio entre sí. Esto implica que procedimientos relativamente simples pueden ser altamente efectivos en la rehabilitación del funcionamiento cerebral.

Recientemente, Ramachandran también estudió los mecanismos de la sinestesia grafema-color, una condición en la cual al ver letras blanco y negro o números en una hoja el paciente evoca la experiencia de ver colores. El autor sugirió que este fenómeno puede surgir de la activación cruzada de distintas regiones cerebrales, pero en este caso, a diferencia del miembro fantasma, se producen dentro del área sensorial, y se debe a diferencias genéticas más que a una reorganización neural. Los sinestésicos mostraron más activación en la región del color en tomografía computada, comparados con los no sinestésicos, cuando veían letras y números.

Ramachandran también estudió, junto con William Hirstein, la ilusión de Capgras, en la cual una persona que sufrió un trauma cerebral cree que los seres queridos han sido reemplazados por impostores. La ilusión sólo concierne a seres muy cercanos y no ocurre si se les habla por teléfono. Los autores sugirieron que este fenómeno se puede deber a una desconexión entre el área de reconocimiento de caras (giro fusiforme) y la amígdala, relacionada con la respuesta emocional a rostros conocidos. Para testear esta hipótesis, se utilizó la respuesta galvánica de la piel. Aparentemente, los pacientes que sufren de esta ilusión no responden adecuadamente a las caras familiares.

Respecto del autismo, Ramachandran y su grupo fueron los primeros en sugerir y mostrar experimentalmente en 1990 que la clave para entender los síntomas del autismo podría situarse en la pérdida de neuronas espejo.

Aquí una presentación de Ramachandran donde ilustra los temas tratados en éste artículo . El video puede verse subtitulado en español

30.10.09

Contactando a Houdini en Halloween


Seguramente a Harry Houdini le hubiera gustado la idea. No por nada, poco antes de su fallecimiento ocurrido un 31 de octubre,había convenido con su esposa Bess la palabra clave que tendrían que revelar los espiritistas que adujeran haber contactado con su espíritu. En realidad , "Believe" jamás fue pronunciada por medium alguno pero sí revelada al mundo entero por la depositaria del secreto, antes de su propia muerte.

Es por eso que para la peculiar sesión que se realizará hoy , noche de brujas, a las 9 :PM (hora del Este de E.E.U.U) que se difundirá en vivo en WeirdThings y será protagonizada por destacados magos y escépticos (sí, ha leído bien) se debió elaborar un nuevo mensaje en clave para entenderse con el espíritu. Para su confección (una serie de palabras e imágenes) colaboraron diversos notables que aportaron un elemento. Es así que por ejemplo, Michael Shermer entregó una palabra y solo una.

El portador del mensaje secreto durante el evento será James Randi, quien también lo supervisará . Los asistentes tratarán de hacer contacto con el gran escapista fallecido en 1926 por medio de tablas Ouija, escritura automática y otras herramientas que habitualmente utilizan los espiritistas para tales ocasiones.

Como imaginó Justin Robert Young, el creador de WeirdThings "Si realmente él se comunicara , probablemente lo haría con escépticos y magos como nosotros".

Seguramente a Houdini le hubiera gustado la idea.

24.10.09

"Editorial", cuento de Arturo Belda

Arturo Belda

Editorial


-Me has dicho que hay manera de ganar mucho dinero constituyéndonos en editorial. A ver: ¿cuál es tu proyecto?

-Muy sencillo: promover concursos literarios.

-No veo cómo ello puede producirnos dinero.

-Mediante la edición de libros de cuentos y poesías de los concursantes.

-Eso es un negocio muy trillado y ya hay muchas editoriales que lo hacen.

-No lo que yo propongo. En este caso también hay muchos que lo hacen, pero como el mercado es inagotable, sigue siendo negocio.

-Me imagino que no me hablarías de esto si no lo tuvieras bien pensado.

-Tan bien pensado lo tengo que de ningún modo puede fallar. En primer lugar tenemos que tener una dirección postal, o sea una casilla de correo. Luego haremos una buena publicidad en medios gráficos.”Gran concurso nacional de cuento y poesía” En las bases ponemos un límite a la extensión, lo de práctica. Cada concursante debe enviar la módica suma de diez pesos para gastos de envío. Esos diez pesos ya son ganancia. Si se presentan dos mil nada más, ya son veinte mil pesos, pero esto no sería gran negocio. Hay que hacer una buena publicidad para que se presenten al menos veinte mil.

-Me parece que tus cálculos son muy optimistas.

-No lo son, están de acuerdo con la realidad del país. Hay que tener en cuenta que es mucha la gente que quiere tener un éxito en la vida y lo que parece más fácil es descollar en literatura.

-Es cierto, basta con ver la cantidad de gente que lo intenta y no logra nada.

-Eso nadie lo ve, porque es mucha más la gente que escribe que la que lee.

-Aunque fueran veinte mil los concursantes que aporten diez pesos cada uno, ello nos daría una suma de doscientos mil pesos, que no es nada del otro mundo, porque llevaría mucho tiempo llegar a esa cantidad y habría que descontar gastos.

-Algo de cierto hay en eso, pero el negocio no consiste en recibir solamente los diez pesos, sino en hacer participar a los ganadores en la edición de una antología. Le enviaríamos a cada ganador del concurso un diploma, una medalla de aluminio y una invitación para participar en la edición de la antología. Cada participante colaboraría con doscientos pesos, el que no pone los doscientos pesos no participa. De cada tirada le entregaremos al participante diez ejemplares. Cada antología cuenta con unos cien participantes, lo que hace una suma de veinte mil pesos. Editar dos mil ejemplares de un libro baratito, pegado, nos cuesta no más de seis mil. Ya nos quedan catorce mil por antología. Como a cada ganador le entregamos diez ejemplares, nos quedan mil de reserva por si algún amigo o pariente quiere comprar alguno. La cantidad de antologías no tiene límite, se pueden editar todas las que se quiera, depende exclusivamente de que pongan los doscientos pesos cada uno.

-Por tu manera de hablar se nota que vos estás pensando en que puede haber cientos y cientos de ganadores.

-Así es.

-¿Y quiénes van a ser los jurados?

-Nadie, todos los que manden algo escrito y los diez primeros pesos serán ganadores.

-Eso no puede ser, al ver que son todos ganadores se darán cuenta que se trata de un fiasco.

-Nunca se van a dar cuenta porque no tendrán contacto entre ellos y además a nadie le va a interesar andar investigando.

-Suponiendo que esperáramos a que se acumulen veinte mil participantes, no debemos pensar que, aún siendo todos ganadores, aporten cada uno de ellos los doscientos pesos para integrar la antología.

-No, muchos no tendrán el dinero, calculo que tan solo un cincuenta por ciento lo harán. En ese caso serían: diez mil por doscientos, igual a dos millones. Tendríamos que imprimir cien antologías con un costo de seiscientos mil. Nos quedarían nada más que un millón y cuatrocientos, más la venta de los libros remanentes, que puede ser buena plata.

-Esto no funciona, cien antologías todas iguales van a inundar la plaza y todo el mundo se va a dar cuenta de la maniobra.

-No van a ser iguales, una se llamará “Jorge Luis Borges”, otra “Julio Cortázar”, otra “Isidoro Blaisten” Etc. Además no tendrán edición simultánea sino que se irán editando según tengamos los concursantes y nadie va a notar que son de la misma editorial. Cada concursante al que le editaron algo suyo, inmediatamente se desinteresa de lo que pase con los demás.

-Si nos quedan mil ejemplares de cada una de las cien antologías, son cien mil ejemplares, si vendemos nada más que un diez por ciento seguiremos teniendo en nuestro poder noventa mil de ellos, esto es una cantidad abrumadora. ¿Qué hacemos con ellos?

-Se venden muy baratos en el mercado, a diez o veinte centavos y nos queda como último recurso venderlos como papel para reciclar.

-No me gusta, me parece que es una estafa, que es abusarnos de la buena fe de la gente, que, en definitiva es hacerles un daño.

-Nada más lejos de la verdad. Estafa sería si una vez desembolsados los doscientos diez pesos, no le entregáramos nada al participante. En cambio nosotros le entregaremos un diploma y una medalla que acredita que fue ganador de un importante concurso, lo transformamos de la noche a la mañana en autor édito y además le damos sin cargo extra, diez ejemplares, que con un valor de solo veinte pesos por ejemplar ya serían los doscientos que él paga. Desde el punto de vista económico no lo estamos estafando para nada, los diez primeros pesos se van en el diploma, la medalla y el franqueo. En cuanto a lo moral o a lo ético, no solo no le hacemos ningún daño sino que enaltecemos su autoestima, de un plumazo lo pasamos de triste desconocido a autor con libro impreso, diploma y medalla, que podrá exhibir, pletórico de orgullo entre sus parientes y amistades. Con el tiempo podremos crecer y transformarnos paulatinamente en una gran editorial que edite libros que la gente compre en las librerías y que hasta los lea.

Arturo 3/06