(Foto gentileza de la Biblioteca del Congreso de los EEUU)
Digital ID: varshoud 3c12424
A partir de 1922 la cruzada contra los fraudes espiritistas de Harry Houdini se tornó mucho más activa y verdaderamente agresiva. La revista Scientific American creó un Comité de investigación de "fenómenos psiquicos" que ofrecía un premio de 2500 dolares en efectivo a cualquiera que consiguiera producir alguna manifestación paranormal en condiciones experimentalmente controladas. Varios lo intentaron, pero la exposición más resonante fue la de Margery, una "sensitiva" de Boston que era tan popular como Houdini (El ilusionista redoblaría la apuesta como veremos en un próximo artículo) .
El desmistificador asistía a las sesiones espiritistas disfrazado , lo acompañaba un policía que arrestaba a los mediums cuando eran descubiertos "in fraganti" y siempre había un periodista que tenía -así- la exclusiva de la noticia . De esta forma quedaba garantizado el descrédito del charlatán y evidenciada la eficacia implacable de Houdini.
La foto que encabeza esta entrada pertenece al libro "A magician among the spirits"(1924) . Allí se puede ver al matrimonio Houdini simulando una sesión de escritura automática . Claramente percibimos que en realidad interviene un "espíritu" material que es el que proporciona el mensaje del "más allá". En realidad, los mediums siempre exigen trabajar en la oscuridad porque la luz o el contacto físico "podrían poner en serio riesgo la salud del intermediario" debido al desprendimiento y /o retorno brusco del ectoplasma y otras excusas semejantes que son bien explicadas por James Randi y el sentido común. En la sesión dramatizada, Bess juega el papel de "sitter" (personaje crédulo indispensable para estas "seances") . Una pizarra similar es exhibida en el Skeptiseum del CSI . Ahí se lee una parte abreviada del mensaje que los "profesionales" deberían haber decodificado tras la muerte de Houdini y transmitírselo a su viuda .
En la siguiente-que es una foto fraguada- , Houdini aparece con un "espíritu" en un montaje tal como ocurre con la mayoría de las pretendidas fotos de "fantasmas", mal que les pese a los que organizan exposiciones "de esoterismo, espiritismo y lo paranormal" auspiciados por la secretaría de cultura del gobierno de la ciudad de Buenos Aires (secretaría de cultura va en minúscula ex-profeso) .
A veces los mediums tocaban instrumentos musicales (en rigor: los "espíritus") y otras veces los seres desencarnados hablabann a través de unas curiosas trompetas (por eso de las "trompetas celestiales", claro) . Por lo común esos artefactos flotaban en la habitación a oscuras ( las movía el mismo medium si tenía las manos libres o apelaba a un cómplice o a la ventriloquía si es que tenía las manos atadas) . A veces aparecían huellas de los difuntos en hollín (una interesante "prueba de presencia" que probaba la suciedad de los seres espirituales mas que su "pureza") .
Así como muchos "testigos de encuentros OVNI" sueñan con presentar la "evidencia fotográfica" de su encuentro- la del tipo que fuere-, muchos mediums espiritistas deseaban que los difuntos dejasen sus huellas dactilares en las trompetas. Houdini demostró que era fácil hacerlo previamente con moldes de parafina si se tenían los signos cutáneos digitales identificatorios correctos con anterioridad.
Su labor desmitificadora se extendió aún más. Es así que realizó demostraciones ante los congresistas norteamericanos para convencerlos de la naturaleza fraudulenta de los mediums espiritistas. En 1926 -el año de su muerte- Houdini testificó ante diversos comités investigadores con el objeto de apoyar el proyecto del senador por Columbia, Sol Bloom que aspiraba a prohibir las prácticas espiritistas, pero no fue aprobado por el Congreso porque -se argumentó- "violaba las garantías constitucionales de libertad religiosa".
Ese duro golpe lo llevó a retornar a sus actuaciones de vodevil y ese mismo año, trágicamente falleció de una peritonitis en Halloween (31 de octubre) en la sala 401 del Grace Hospital en Detroit.