Se trata de una ilusión óptica que en determinadas condiciones favorables puede adquirir un tinte espeluznante y/o sobrenatural según sea la particular psicología del observador.El peculiar fenómeno fue descripto por primera vez en 1780 por el naturalista alemán Johann Silberschlag:
“Si la sombra de un observador se refleja sobre una nube o niebla , esa imagen no se reflejará en una superficie sólida sino en cada gota de agua de la bruma. Como resultado de ello, el cerebro sobreestima su tamaño ya que los movimientos del aire mueven a la figura, aunque el observador esté parado sin moverse. Este nuevo "ser" también puede flotar sin tener ningún contacto visible con el suelo. Las demás condiciones físicas de la montaña, el aire fresco y húmedo, el silencio, así como la falta de orientación visual por la falta de montañas vecinas que hagan de referencia, refuerzan la impresión subjetiva de la aparente existencia de un fantasma”.
Es la propia imagen de uno mismo la que se proyecta en la niebla en dirección opuesta al sol (sol- objeto-espectro) pero enormemente magnificada y distorsionada, lo que le da un aspecto gigantesco espeluznante . El efecto del fantasma de Brocken se puede observar preferentemente en zonas montañosas o en la niebla a la luz de los faros de los automóviles. El anillo brillante que la rodea se llama Aureola, o Gloria y se produce por retrodispersión de las gotitas de agua iluminadas, como si fuera un arco iris.
En la obra maestra de Goethe "Fausto", se cuenta que el personaje principal escaló las montañas de Harz en la noche de Walpurgis (equivalente al Halloween anglosajón) y al llegar a la meseta de Hexentanzplatz (que literalmente se traduce como "sala de baile de las brujas" se aterrorizó al contemplar su propio fantasma de Brocken .