Aunque la invocación de espíritus haya sido realizada desde la más remota antigüedad, su explotación comercial moderna comenzó con la rutina de las hermanas Fox en 1847 . Sin embargo, fueron los Hermanos Davenport los que -saliendo del esquema de las tradicionales "seances"- , las convirtieron en un exitoso show teatral de ilusionismo a partir de 1854 .
Todo comenzó cuando los vendedores de periódicos William e Ira (de 15 y 13 años de edad respectivamente) movían objetos en la cocina de su casa sin intervención humana aparente. Al poco tiempo, el hermano menor -que estaba atado a una silla - se desplazaba de un sector a otro de la habitación a oscuras. "El hecho de que Ira apareciera transpirado al final de su actuación no era obstáculo para que los espectadores crédulos asumieran que en realidad había levitado, destaca el mago John Mulholland en "Beware Familiar Spirits" .
Los hermanos saltaron a la fama con la presentación de su "gabinete de los mediums" (ver foto de arriba) cuyo propósito era "concentrar la energía psíquica de los médiums" según declaraba el presentador del espectáculo : el doctor Ferguson, un ferviente espiritista . Como se puede observar en la figura , el mueble artesanal de madera (de 1,80 m. de alto por 2,40m de ancho ) constaba de tres puertas . Cuando se abrían se veía el interior de la cabina pero cuando se cerraban sólo había una pequeña ventana en forma de diamante tapada por una cortina opaca. Entremedio se sentaba un invitado del público que comprobaba que los hermanos no se movieran de un lado al otro. Obviamente el "invitado" era un cómplice.
A los costados del armario los Davenport estaban sentados en unos bancos amarrados de pies y manos por varios metros de cuerda (detalle imprescindible: cuanto mas largas, mejor) y generalmente se aseguraban que alguien del público las verificara. Sobre el piso del mueble había instrumentos musicales tales como violines, trompetas, guitarras y panderetas. Tan pronto se cerraban las puertas y apagaban las luces empezaban a sonar los instrumentos y se veía ondear las manos de los fantasmas a través de las ventanas con forma de diamante. Cuando las luces se encendían (recordemos que era luz de gas que iba encendiéndose de forma no instantánea sino paulatina) William e Ira aparecían amarrados en sus respectivos lugares).
Durante dieciocho años los Davenport viajaron por Norte América y Europa dividiendo las aguas entre aquellos que creían que las manifestaciones eran sobrenaturales y los escépticos curiosos que deseaban verlos por el espéctaculo en sí o para intentar desenmascararlos. Un show que "salió" mal es contado por uno de sus más enfervorizados detractores: Robert Houdin, en "Magia y física recreativa".
Cuenta José Luis Calvo en su reseña que "Houdin, que les vio actuar, les reprocha el vender su representación (que elogia reiteradamente) como lo que no era en realidad: “Bajo el punto de vista de la explotación de su espectáculo tenían mucha razón, puesto que hasta la época de su desastre en la sala Herz, habían recogido mucho dinero. No era entonces, propiamente hablando, ni juegos de cuerdas ni toques de guitarras lo que se iba á ver: eran manifestaciones espiritistas, verdadero testimonio de hechos sobrenaturales é inexplicables, y era por esto solamente por lo que uno se decidía á dar veinticinco francos” (Pág. 178).
En el artículo titulado "Los Hermanos Davenport: religiosos practicantes, artistas de variedades o estafadores?" (Skeptical Inquirer, julio-agosto de 1999) Joe Nickell-directivo del CSI- cuenta que cuando Harry Houdini viajó a Australia, visitó la tumba de William y como la halló en mal estado hizo reparar la lápida y plantar flores . Luego, el mago se dirigió a Nueva York para entrevistar al hermano sobreviviente e "Ira compartió con él toda una vida de secretos", concluye de manera sugestiva el articulista .
Al revés que el ilusionista francés Robert Houdin , Harry Houdini en "A magician among the spirits"(1924) realiza una defensa de los controversiales hermanos. "Ira Davenport desconoció enfáticamente el poder espiritista en su conversación conmigo, afirmando repetidamente que él y su hermano nunca habían proclamado ser mediums o pretendieron que su trabajo fuera espiritista" y añadió :
" Ira admitió que nunca confesó la verdad a sus padres creyentes para no herir sus sentimientos" (!!!???) . El famoso escapista añadió en su libro el facsímil de una carta que le diera su entrevistado en la que éste aseguraba : " Nunca afirmamos en público que creyéramos en el espiritismo".
Cuesta creer que ése infatigable enemigo de los espiritistas los exculpara tan ingenuamente .
Quizás Houdini haya privilegiado el valor de esa declaración pública final y su admiración hacia los deslumbrantes ilusionistas , que al hecho de atender la verdad histórica, ... ¿ deslumbrado acaso por las revelaciones de los trucos y la amabilidad del anciano ? . Nickell - que exhuma varios documentos que desmienten la aseveración del sobreviviente de los Davenport , menciona que "Ira le habló como un mago a otro, revelando de que manera , él y su hermano se desataban ellos mismos de sus ligaduras para provocar los "efectos espiritistas" (Nickell, 1999) .
Nunca sabremos que pasó por la mente de Houdini. En todo caso, la opinión de Robert Houdin parece ser la acertada , contraria a la benévola visión del mago de los escapes. Esta impresión se incrementa cuando leemos en "Magician's Magic", del veterano mago Paul Curry: "En 1873 los Davenport decidieron retirarse a la serenidad de la vida privada y romper sus relaciones con los fantasmas. Así como había crecido su fama, también había aumentado la indignación de los magos al ver que los hermanos usaban los trucos, no para divertir sino para defraudar".
Todo comenzó cuando los vendedores de periódicos William e Ira (de 15 y 13 años de edad respectivamente) movían objetos en la cocina de su casa sin intervención humana aparente. Al poco tiempo, el hermano menor -que estaba atado a una silla - se desplazaba de un sector a otro de la habitación a oscuras. "El hecho de que Ira apareciera transpirado al final de su actuación no era obstáculo para que los espectadores crédulos asumieran que en realidad había levitado, destaca el mago John Mulholland en "Beware Familiar Spirits" .
Los hermanos saltaron a la fama con la presentación de su "gabinete de los mediums" (ver foto de arriba) cuyo propósito era "concentrar la energía psíquica de los médiums" según declaraba el presentador del espectáculo : el doctor Ferguson, un ferviente espiritista . Como se puede observar en la figura , el mueble artesanal de madera (de 1,80 m. de alto por 2,40m de ancho ) constaba de tres puertas . Cuando se abrían se veía el interior de la cabina pero cuando se cerraban sólo había una pequeña ventana en forma de diamante tapada por una cortina opaca. Entremedio se sentaba un invitado del público que comprobaba que los hermanos no se movieran de un lado al otro. Obviamente el "invitado" era un cómplice.
A los costados del armario los Davenport estaban sentados en unos bancos amarrados de pies y manos por varios metros de cuerda (detalle imprescindible: cuanto mas largas, mejor) y generalmente se aseguraban que alguien del público las verificara. Sobre el piso del mueble había instrumentos musicales tales como violines, trompetas, guitarras y panderetas. Tan pronto se cerraban las puertas y apagaban las luces empezaban a sonar los instrumentos y se veía ondear las manos de los fantasmas a través de las ventanas con forma de diamante. Cuando las luces se encendían (recordemos que era luz de gas que iba encendiéndose de forma no instantánea sino paulatina) William e Ira aparecían amarrados en sus respectivos lugares).
Durante dieciocho años los Davenport viajaron por Norte América y Europa dividiendo las aguas entre aquellos que creían que las manifestaciones eran sobrenaturales y los escépticos curiosos que deseaban verlos por el espéctaculo en sí o para intentar desenmascararlos. Un show que "salió" mal es contado por uno de sus más enfervorizados detractores: Robert Houdin, en "Magia y física recreativa".
Cuenta José Luis Calvo en su reseña que "Houdin, que les vio actuar, les reprocha el vender su representación (que elogia reiteradamente) como lo que no era en realidad: “Bajo el punto de vista de la explotación de su espectáculo tenían mucha razón, puesto que hasta la época de su desastre en la sala Herz, habían recogido mucho dinero. No era entonces, propiamente hablando, ni juegos de cuerdas ni toques de guitarras lo que se iba á ver: eran manifestaciones espiritistas, verdadero testimonio de hechos sobrenaturales é inexplicables, y era por esto solamente por lo que uno se decidía á dar veinticinco francos” (Pág. 178).
En el artículo titulado "Los Hermanos Davenport: religiosos practicantes, artistas de variedades o estafadores?" (Skeptical Inquirer, julio-agosto de 1999) Joe Nickell-directivo del CSI- cuenta que cuando Harry Houdini viajó a Australia, visitó la tumba de William y como la halló en mal estado hizo reparar la lápida y plantar flores . Luego, el mago se dirigió a Nueva York para entrevistar al hermano sobreviviente e "Ira compartió con él toda una vida de secretos", concluye de manera sugestiva el articulista .
Al revés que el ilusionista francés Robert Houdin , Harry Houdini en "A magician among the spirits"(1924) realiza una defensa de los controversiales hermanos. "Ira Davenport desconoció enfáticamente el poder espiritista en su conversación conmigo, afirmando repetidamente que él y su hermano nunca habían proclamado ser mediums o pretendieron que su trabajo fuera espiritista" y añadió :
" Ira admitió que nunca confesó la verdad a sus padres creyentes para no herir sus sentimientos" (!!!???) . El famoso escapista añadió en su libro el facsímil de una carta que le diera su entrevistado en la que éste aseguraba : " Nunca afirmamos en público que creyéramos en el espiritismo".
Cuesta creer que ése infatigable enemigo de los espiritistas los exculpara tan ingenuamente .
Quizás Houdini haya privilegiado el valor de esa declaración pública final y su admiración hacia los deslumbrantes ilusionistas , que al hecho de atender la verdad histórica, ... ¿ deslumbrado acaso por las revelaciones de los trucos y la amabilidad del anciano ? . Nickell - que exhuma varios documentos que desmienten la aseveración del sobreviviente de los Davenport , menciona que "Ira le habló como un mago a otro, revelando de que manera , él y su hermano se desataban ellos mismos de sus ligaduras para provocar los "efectos espiritistas" (Nickell, 1999) .
Nunca sabremos que pasó por la mente de Houdini. En todo caso, la opinión de Robert Houdin parece ser la acertada , contraria a la benévola visión del mago de los escapes. Esta impresión se incrementa cuando leemos en "Magician's Magic", del veterano mago Paul Curry: "En 1873 los Davenport decidieron retirarse a la serenidad de la vida privada y romper sus relaciones con los fantasmas. Así como había crecido su fama, también había aumentado la indignación de los magos al ver que los hermanos usaban los trucos, no para divertir sino para defraudar".