9.10.16

El caso Beaumont, uno de los fiascos del "detective psíquico" Gerard Croiset


(De izquierda a derecha) Arnna, Grant y Jane Beaumont)  

 Por Troy Lennon, editor del  Daily Telegraph (Au) Fuente :  http://preview.tinyurl.com/z85b2tz

 

 El 26 de enero de 1966,  las celebraciones del Día Nacional de Australia se vieron ensombrecidas por noticias de última hora que anunciaban que tres niños habían desaparecido en el sur del país. 

Jane, de 9 años , Arnna, de 7, y Grant de 4, los hijos de Jim y Nancy Beaumont, tomaron un autobús desde Somerton Park para ir a la playa de Glenelg.  Como no regresaron al hogar a la hora establecida , Nancy se alarmó y envió a su marido a buscarlos. Al no encontrar ningún rastro de ellos, los padres finalmente reportaron su desaparición en torno a las 17:00 hs.

A pesar de que se informaron algunos avistamientos, los niños Beaumont nunca fueron vistos de nuevo. A pesar de desarrollarse una importante operativo de búsqueda por parte de la policía, no hubo rastro de los niños.

La
desconcertante desaparición provocó todo tipo de teorías extrañas y llevó al intento desesperado de utilizar al psíquico holandés de renombre mundial Gerard Croiset para resolver el misterio. Aunque éste demostraría ser uno de los fracasos más resonantes de la celebridad, no obstante contribuyó a la creciente popularidad del oficio de "detective psíquico".

Jim Beaumont con sus hijos Grant, Arnna y Jane en mayo de  1965

Gerard Boekbinder (mas conocido públicamente como Gerard Croiset) nació en 1909 en la ciudad de Laren, en una provincia de los Países Bajos al norte de Holanda. Afirmaba que en su juventud había trabajado para un relojero y que cuando sostenía en sus manos algún objeto propiedad de su jefe, podía ver cosas que luego eran confirmadas como exactas por su empleador.

Esa supuesta capacidad psíquica  - que ha sido proclamada por diversas personas a lo largo de la historia- fue estudiada por primera vez por el fisiólogo Joseph Rhodes Buchanan del Instituto de Medicina Ecléctica de Ohio en 1842. A  Buchanan se le atribuye el haber acuñado el término "psicometría" y más tarde escribir el "Manual de Psicometría: el amanecer de una nueva civilización" en el cual aseguraba que todos los objetos despedían "emanaciones" que podrían ser leídos por personas que establecían sintonía con ellos.


Luego de sobrevivir a la ocupación nazi durante la Segunda Guerra Mundial, Croiset asistió a una conferencia a cargo de parapsicólogo Wilhelm Tenhaeff en 1946 y se ofreció a sí mismo como objeto de estudio. Cuando la policía holandesa , frustrada por la falta de sospechosos potenciales en un caso de asesinato se contacó con Tenhaeff en busca de algún clarividente, éste les envió a Croiset.

Croiset les refirió que en el crimen se había usado un martillo y mencionó rasgos del supuesto asesino. Aunque su  descripción era vaga y no se tradujo en detención, resultó coincidir con el hombre que finalmente fue detenido. Entonces la policía buscó su colaboración en ocasiones posteriores y su reputación comenzó a propagarse a otros países.

                                 El clarividente holandés Gerard Croiset (izq)  junto al millonario Con Polites en el aeropuerto de Adelaida en 1966 

En 1966, como la policía australiana no lograba avanzar en el caso Beaumont, el público empezó a reclamar  la presencia de un clarividente.

Croiset era uno de los psíquicos célebres del momento, junto a su compatriota el holandés Peter Hurkos, pero el nombre de Croiset se había hecho mas familiar en Australia a partir de las noticias que informaban de sus tratos con la policía en Gran Bretaña.


Un multimillonario empresario de bienes raíces llamado Con Polites trajo al país al "dotado" haciéndose cargo de todos los gastos ; en medio de un gran despiegue de los medios de comunicación, el clarividente holandés llegó en el mes de noviembre.  

Aunque la policía no lo había requerido  oficialmente y los padres Beaumont se negaron a comer con él, una multitud acompañó a Croiset cuando visitó la playa suburbana donde habían desaparecido los niños a plena luz del día.

El psíquico aseguró que los niños no habían sido  asesinados sino que habían muerto al quedar accidentalmente atrapados bajo el suelo de cemento de un almacén industrial que se estaba construyendo.

                                                               Gerard Croiset buscando pistas cerca de donde habían desaparecido los niños

La policía lo acompañó al establecimiento pero, con sólo la palabra de un psíquico, no había manera de que se obtuviera una orden para excavar los cimientos del depósito.

El público era menos escéptico y comenzó a recaudar fondos para pagar la excavación. Croiset abandonó el país sin obtener ningún resultado. Finalmente el almacén fue parcialmente demolido a expensas de Polites pero no se encontró ningún rastro de los niños Beaumont. Como el caso no fue cerrado , mucho después, en 1996 se volvieron a hacer excavaciones también con resultados negativos.

A pesar de su fracaso, Croiset continuó ejerciendo como psíquico. Su hijo, Gerard Jr, siguió sus pasos, pero no se sabe que haya tenido algún éxito en algún caso. 

Croiset murió en 1980.

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