18.6.22

La primer referencia escrita sobre un "rayo globular": la crónica de un monje del siglo XII en Canterbury

 

 Gervasio de Canterbury, autor de "Gesta rerum" (Hechos de los reyes)

El artículo original está publicado en The Conversation  y fue escrito por Giles Gasper  Brian Tanner.

      El 7 de junio de 1195, una bola ardiente y giratoria salió de una oscura nube en un cielo hasta entonces soleado, cerca de los alojamientos londinenses del obispo de Norwich. Los testigos no podían saber que el fenómeno natural que estaban viendo desafiaría la explicación científica durante más de 800 años. Lo que observaron tiene todas las características de un rayo de bola: un efecto atmosférico cuyo origen sigue siendo aún hoy muy discutido.

El relato de este extraordinario momento se encuentra en una crónica monástica compilada entre 1180 y 1199 por Gervase, un monje de la catedral de Canterbury. Parece que se trata del primer registro escrito creíble de un rayo en bola en Inglaterra, y es mucho más convincente que una descripción europea previa . Anteriormente se creía que el primer registro de un avistamiento databa del siglo XVII (la tormenta del 21 de octubre de 1638 sobre una iglesia de Devon) .

Esta extensa obra (de casi 600 páginas en su edición moderna) recoge los acontecimientos históricos de Inglaterra y de otros países, de los amigos y enemigos de la casa monástica y las descripciones de fenómenos naturales notables o inusuales. La obra incluye descripciones de eclipses solares y lunares, terremotos e inundaciones.


Una "señal maravillosa" en el cielo

Descubrimos el relato de lo que parece ser un relámpago de bola mientras explorábamos los registros de eventos naturales de Gervasio en su crónica, una verdadera cornucopia de detalles históricos que dan una idea de la cultura medieval. Hemos escarbado en cientos de páginas en latín y nos hemos topado con este avistamiento, detallado en nuestro artículo en Weather, la revista de la Royal Meteorological Society. Los registros de eventos naturales que hace Gervase aparecen en la narración histórica, a menudo sin preámbulos, ya que es evidente que eran lo suficientemente importantes para él como para incluirlos. La anotación del rayo globular se intercala entre la asunción de un nuevo abad de St Albans y la destitución del abad de Thorney. Por consiguiente, no se intenta explicar el "signo maravilloso" en el cielo que se había visto cerca de Londres, sino que se deja que el lector saque sus propias conclusiones. Un abad ocupa su puesto, otro es depuesto, junto a la aparición de una bola giratoria ardiente. En la crónica dice: 

"Cerca de Londres descendió una señal maravillosa : una nube densa y oscura, que emitía una sustancia blanca que crecía bajo la nube, de la que caía una especie de globo de fuego que se lanzó hacia el río  "

Gervasio parece haber sido un astuto observador y reportero de la actividad celeste. Su descripción aparentemente extravagante de la sustancia blanca que sale de la nube oscura y cae como una esfera ardiente que gira y tiene después cierto movimiento horizontal es coherente con la formación de un espejismo vertical a partir de una columna de aire caliente procedente de una actividad como la que realizan los herreros o los trabajadores de la fundición de campanas.

La descripción que hace Gervase de los relámpagos en forma de bola es notablemente similar a la de los informes modernos. Es casi 450 años anterior al primer informe contemporáneo sobre un rayo en bola en Inglaterra (el relato de la tormenta del 21 de octubre de 1638 en Widecombe, Devon). Aunque el miembro del Parlamento Nicholas Walsh, ya había afirmado que en 1556 un rayo había matado a su familia inmediata dejándolo como heredero de las propiedades de su padre, la historia no parece haber sido registrada sino hasta 1712 debido al historiador Sir Thomas Atkyns.

Durante mucho tiempo, las esferas lumínicas fueron consideradas con escepticismo. Aunque en la actualidad se acepta como un fenómeno genuino con miles de avistamientos registrados, todavía no existe una explicación científica aceptada sobre su origen. Las teorías más complejas incluyen la quema de silicio del suelo vaporizado. Más recientemente, se ha sugerido que la luz está atrapada en una esfera de aire. Es así, uno de los rompecabezas científicos más antiguos que sigue sin resolverse.


La ilusión de la Luna

Aunque son poco frecuentes, existen otros enigmas científicos de larga data. Uno de ellos, que intrigó a los filósofos naturalistas medievales, es la "ilusión lunar", por la que la Luna parece más grande cuando está cerca del horizonte que cuando está en lo alto del cielo. Este fenómeno fue descripto por pensadores medievales como al-Ḥasan Ibn al-Haytham (nacido en Basora, Irak, hacia el año 965 y fallecido en El Cairo hacia el año 1040) y Robert Grosseteste (1170-1253). El efecto aún no está totalmente explicado. Se trata sin duda de un efecto psicológico y no, como creían los observadores medievales, algo asociado a la refracción. 

Otro enigma era el del origen del ferromagnetismo, que se manifiesta en el caso de atracción entre los imanes -no momentáneos, sino permanentes- y el hierro (los imanes de las puertas de los frigoríficos son ejemplos muy conocidos). Autores medievales como Juan de San Amand y Petrus Peregrinus realizaron experimentos con imanes que sentaron las bases para posteriores investigaciones. Sin embargo, no fue sino hasta 1928 cuando Werner Heisenberg proporcionó una explicación satisfactoria del fenómeno en términos de mecánica cuántica.

La comprensión del rayo globular se ha visto obstaculizada por la incapacidad de reproducir el efecto de forma convincente en un laboratorio y, en parte, por las variaciones en los informes de los testigos oculares. La observación experimental de un rayo de bola podría ser un primer paso para proporcionar datos cuantitativos que permitan explicar plenamente la "maravillosa señal que desciende" de Gervasio de Canterbury.

Los monjes medievales como Gervase estaban fascinados por el mundo natural y sus fenómenos. Siglos más tarde, sus registros constituyen una lectura estimulante para los científicos e historiadores modernos.


 

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