7.11.06

Llegó la era de "Aquarius"

Durante el año 2009 se lanzará al espacio la misión satelital SAC-D/Aquarius producto de la colaboración de las agencias espaciales norteamericana (NASA) y argentina (CONAE) . Gracias a ella se obtendrá por primera vez un mapa global de la salinidad oceánica de la Tierra.

En la actualidad , los satélites de teleobservación registran la temperatura de la superficie de los océanos del planeta en su totalidad pero la concentración de sales disueltas en el agua marina aún se obtiene de muestras que se recolectan desde barcos de investigación. Esto sólo puede realizarse en ciertos lugares, a veces en condiciones meteorológicas adversas y aún así, los resultados no permiten sacar conclusiones globales.

El acuario sin peces

El Sac-D portará un sensor provisto por la NASA llamado Aquarius. Este delicado instrumento registrará la humedad del suelo, lo que servirá para dar alertas tempranas de inundaciones en territorio nacional. Sin embargo su objetivo científico principal será medir la concentración de sal en los océanos lo que permitirá a los investigadores realizar el primer registro global de salinidad marítima. “En sólo siete días ya tendremos información de todos los mares del planeta y mes a mes podremos comparar los mapas de salinidad obtenidos”, asegura el Dr. Raúl Colomb, jefe científico de la misión.

La misma información será utilizada para distintas finalidades según el interés de los países. Los EEUU usarán los mapas de salinidad para comprender mejor el calentamiento global. “Para la NASA, Aquarius es un instrumento de ciencia básica, de utilidad académica” afirma el científico que también es miembro del directorio de CONAE. “En cambio la Argentina, se enfocará más en el ámbito productivo ya que la salinidad del Mar Argentino suele dar buenos indicios de la ubicación de ciertas especies de valor pesquero.”

Los investigadores intentarán comprender en detalle la circulación y procesos de mezcla de las corrientes oceánicas. “La denominada cinta transportadora de circulación de los océanos se mantiene gracias a la alta salinidad del Atlántico”, comenta el experto. Según explica un informe en la revista de divulgación científica Exactamente “una corriente superficial lleva aguas cálidas y de menor nivel salino desde los Océanos Pacífico, Indico y Atlántico Sur hacia el Atlántico Norte. Allí el agua se enfría, gana salinidad y debido a su mayor densidad se hunde y circula en profundidad hasta completar el recorrido”.

Relaciones vitales

Colomb advierte que “aunque todo el mundo sabe que el agua de mar es salada, pocos están al tanto de que pequeñas modificaciones en la salinidad superficial pueden tener efectos dramáticos sobre el ciclo del agua y la circulación oceánica”.

Los científicos intentarán comprender la circulación marina, el ciclo del agua y su interacción con el cambio climático a través de la medición global de la salinidad de la superficie del mar.

Si tenemos en cuenta que el 86 por ciento de la evaporación y el 78 por ciento de las precipitaciones globales ocurren sobre la superficie de los océanos, se evidencia su papel como modulador del sistema climático.

En una publicación de la UNESCO, el activista por la paz Robert Stewart señala que “los océanos juegan un papel clave, pero frecuentemente incomprendido, en la determinación del clima terrestre” y enfatiza que “para que exista una posibilidad de predecir el clima, más allá de unas pocas semanas, necesariamente debe tomarse en cuenta el comportamiento de los mares”

A los expertos en oceanografía y cambio climático les gusta afirmar que el océano es “el termostato de la Tierra”. Si tenemos en cuenta las tareas que realizará Aquarius, pareciera ser que los científicos de NASA y CONAE están de acuerdo con ellos.

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