Durante el año 2009 se lanzará al espacio la misión satelital SAC-D/Aquarius producto de la colaboración de las agencias espaciales norteamericana (NASA) y argentina (CONAE) . Gracias a ella se obtendrá por primera vez un mapa global de la salinidad oceánica de la Tierra.
En la actualidad , los satélites de teleobservación registran la temperatura de la superficie de los océanos del planeta en su totalidad pero la concentración de sales disueltas en el agua marina aún se obtiene de muestras que se recolectan desde barcos de investigación. Esto sólo puede realizarse en ciertos lugares, a veces en condiciones meteorológicas adversas y aún así, los resultados no permiten sacar conclusiones globales.
El acuario sin peces
El Sac-D portará un sensor provisto por
La misma información será utilizada para distintas finalidades según el interés de los países. Los EEUU usarán los mapas de salinidad para comprender mejor el calentamiento global. “Para
Los investigadores intentarán comprender en detalle la circulación y procesos de mezcla de las corrientes oceánicas. “La denominada cinta transportadora de circulación de los océanos se mantiene gracias a la alta salinidad del Atlántico”, comenta el experto. Según explica un informe en la revista de divulgación científica Exactamente “una corriente superficial lleva aguas cálidas y de menor nivel salino desde los Océanos Pacífico, Indico y Atlántico Sur hacia el Atlántico Norte. Allí el agua se enfría, gana salinidad y debido a su mayor densidad se hunde y circula en profundidad hasta completar el recorrido”.
Relaciones vitales
Colomb advierte que “aunque todo el mundo sabe que el agua de mar es salada, pocos están al tanto de que pequeñas modificaciones en la salinidad superficial pueden tener efectos dramáticos sobre el ciclo del agua y la circulación oceánica”.
Los científicos intentarán comprender la circulación marina, el ciclo del agua y su interacción con el cambio climático a través de la medición global de la salinidad de la superficie del mar.
Si tenemos en cuenta que el 86 por ciento de la evaporación y el 78 por ciento de las precipitaciones globales ocurren sobre la superficie de los océanos, se evidencia su papel como modulador del sistema climático.
En una publicación de
A los expertos en oceanografía y cambio climático les gusta afirmar que el océano es “el termostato de
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