Leer la 1º parte del artículo de John Bruer
Leer la 2º parte del artículo de John Bruer
Ahora les ofrezco la 3º y última parte del artículo de John Bruer , In Search of . . . Brain-Based Education
David Sousa lo subrayó en un artículo de la revista Education Week:
Estas etapas que una vez fueron llamadas "períodos críticos" se describen actualmente más exactamente como "períodos sensibles"(27).
Eric Jensen, en su libro Teaching with the Brain in Mind escribe que "el cerebro aprende más rápido y fácilmente durante los años escolares" (28).
Si existiera evidencia científica de tal período sensible, podría aportar- con un argumento biológico- a la importancia de la enseñanza elemental y brindar motivos científicos para redireccionar recursos, reestructurar las currículas y reformar la pedagogía de modo tal de poder aprovechar ésta oportunidad de aprendizaje única que la naturaleza nos ha provisto. Si los maestros comprendieran exactamente cuando comienzan y cuando terminan los períodos sensibles, podrían estructurar los currículums para aprovechar éstas ventanas de oportunidad únicas.
Sousa nos cuenta una experiencia que tuvo una maestra de quinto grado que se molestó cuando una madre le preguntó que hacía para aprovechar la ventana de oportunidad de su hija, antes de que se cerrara.Desafortunadamente-señala Sousa- la maestra no estaba al tanto de las investigaciones sobre las ventanas de oportunidad y advierte: "mientras el público aprende cada vez más acerca de la investigación cerebral a través de la divulgación popular, situaciones de éste tipo estarán destinadas a repetirse, erosionando la confianza en los docentes y en las escuelas"(29).
Este- supuestamente "bien establecido"- hecho neurocientífico del período sensible para aprender, se originó sin duda, en la prensa popular y en los documentos que la defienden. Sin embargo, se trató de una instancia en la que los neurocientíficos especularon acerca de las implicaciones de su trabajo en la educación, y los docentes apoyaron tal especulación de forma acrítica. Pero presentar una especulación como si fuera un hecho concreto, representa una amenaza mayor para la confianza del público en los maestros que la presentada por la anécdota de Sousa sobre la maestra de 5º grado.
En 1993 el Chicago Tribune publicó una serie de artículos de Ron Kotulak sobre neurociencia que ganaron el Premio Pulitzer al año siguiente. Más tarde aparecieron en forma de libro: "Inside the brain:Revolutionary discoveries of how the mind works", 1996. Ronald Kotulak presentó la primer afirmación explícita que he podido hallar acerca de un período sensible entre las edades de 4 y 10 años durante el cual los cerebros de los niños aprenderían más rápida y fácilmente (30). Con posterioridad podemos encontrar variaciones de éstas afirmaciones que se publicaron en la Carnegie Corporation en 1996 (31).
Un informe dado a conocer en abril de 1997 acerca de las primeras etapas del desarrollo del cerebro afirmaba que - para la edad de 3 años- los cerebros infantiles son dos veces y medio más activos que los de los adultos. Así se sugiere que los niños pequeños están biológicamente dotados para el aprendizaje y que en éstas primeras etapas aparece una única primer ventana de oportunidad para el aprendizaje (32).
Si el período sensible que va de los 4 a los 10 años fuera un hecho en que los educadores pudieran confiar y que justificara la actual histeria acerca de la neurociencia, sería esperable encontrar un extenso corpus de investigación neurocientífica que apoyara tal afirmación. Sin embargo-sorprendentemente- los entusiastas del cerebro apelan a un conjunto de evidencias muy reducido.
En la aseveración inicial de Kotulak acerca del período sensible, el autor hace referencia a un trabajo de imágenes cerebrales del Dr. Harry Chugani, de la Universidad del Estado de Wayne. Chugani, cuyos estudios acerca de las imágenes cerebrales revelaron que los cerebros de los niños aprendían fácil y rápidamente entre los 4 y 10 años afirmó que esos años son -la mayoria de las veces- desperdiciados a consecuencia de una falta de información adecuada (33).
El informe de la Corporación Carnegie"Years of Promise" cita un discurso que Kotulak pronunció en la conferencia llevada a cabo en la Universidad de Chicago el 13 de julio de 1996, en el que nuevamente- refiriéndose al trabajo de Chugani- reafirmó que el período desde los 4 a los 10 "son los años maravillosos del aprendizaje, cuando un niño puede fácilmente aprender un idioma extranjero sin acento y aprender a tocar un instrumento con facilidad" (34). "Years of promise" también cita un artículo publicado por el Dr. Chugani que se basa en las notas que él mismo apuntó en la conferencia de Chicago "Rethinking the brain".
Incluso Wolfe, Brandt y Jensen citan también ése trabajo de Chugani (35) en sus discusiones sobre el período sensible del aprendizaje.
En un artículo de 1996 aparecido en la revista Education week se informó que "de acuerdo a lo encontrado por el Dr. Chugani, el cerebro del niño de 4 años usa mas del doble de la glucosa que la que usa el cerebro de un adulto. Entre la edad de 4 y 10 años, la cantidad de glucosa usada por el cerebro del niño permanece relativamente estable, pero para los 10 años el uso de la glucosa empieza a decaer hasta que alcanza los niveles adultos a los 16-17 años. Los resultados de Chugani sugieren que el pico de aprendizaje en los niños ocurre justamente cuando todas esas sinapsis se están formando" (36).
Para ser justos, estos autores no están tergiversando los puntos de vista de Chugani, que ha sido citado numerosas veces por éste tema(37) .
De hecho, en un resumen de su propio trabajo publicado en la revista "Preventive Medecine", Chugani escribió:
De hecho, se cree actualmente -incluso yo lo creo- que la ventana de oportunidad biológica (es decir, el período en que el aprendizaje es eficiente y retenido fácilmente) no es quizás totalmente explotado por el sistema educativo actual" (38).
En el mismo año, Chugani y sus colagas informaron los resultados obtenidos usando P.E.T. en 29 niños epilépticos cuyas edades variaban entre los cinco días y los quince años. Como éste tipo de escaneos requieren la inyección de sustancias radiactivas, los médicos solamente pueden realizar éste tipo de estudios cuando se trata de propósitos de tratamiento o de diagnóstico. No se puede escanear a un niño saludable sólo por curiosidad científica. Por lo tanto, la investigación de 1987 es extremadamente importante porque fue la primera (si no la única) investigación de imágenes cerebrales que intentó bosquejar el desarrollo del cerebro desde la infancia hasta la adolescencia.
Éste temprano y exuberante crecimiento sináptico trajo aparejado que la densidad sináptica en los cerebros de niños fuera un 50% más alta que las densidades en los cerebros de adultos.
Tampoco ningún otro neurocientífico estudió qué significa la alta densidad sináptica (o el alto consumo de energía cerebral) para la facilidad, rapidez o profundidad del aprendizaje.
Conectar el alto metabolismo cerebral o la excesiva densidad sináptica con el período crítico del aprendizaje requiere verdaderas investigaciones.
Los neurocientíficos han documentado que las decadencias de sinapsis efectivamente ocurren, pero no hay estudios confiables que comparen las diferencias entre la conectividad sináptica en adultos y las diferencias con pre-púberes. Tampoco se sabe si los animales o individuos con mayor densidad sináptica en la adultez son más inteligentes o más desarrollados.
Finalmente, los neurocientíficos tampoco saben si la educación o entrenamiento previo afecta o produce la pérdida o retención de sinapsis en la pubertad (44).
Si éste es el caso, resulta que sólo después de la pubertad podemos convertirnos en eficientes máquinas de aprender.
La discusión del supuesto "período crítico" ocurre bajo una hipótesis implícita que es la de que los niños aprenden más rápido, fácil y profundamente entre los cuatro y los diez años.
Las pirámides fueron construídas por extraterrestres:
En un artículo de Newsweek (febrero de 1996) , Linda Darling Hammond dijo:
"Nuestro sistema escolar se inventó a finales del siglo XIX y poco ha cambiado desde entonces ¿puede ud. imaginar si la profesión médica siguiera el mismo ejemplo? " (47).
27. Pat Wolfe and Ron Brandt, "What Do We Know from Brain Research?," Educational Leadership, November 1998, p. 12.
28. Jensen, p. 32.
29. Sousa, "Is the Fuss About Brain Research Justified?," p. 35.
30. Ronald Kotulak, Inside the Brain: Revolutionary Discoveries of How the Mind Works (Kansas City: Andrews McMeel, 1996), p. 46.
31. Years of Promise: A Comprehensive Learning Strategy for America's Children (New York: Carnegie Corporation of New York, 1996), pp. 9-10; and Office of Educational Research and Improvement, Building Knowledge for a Nation of Learners (Washington, D.C.: U.S. Department of Education, 1996).
32. Rima Shore, Rethinking the Brain: New Insights into Early Development (New York: Families and Work Institute, 1997), pp. 21, 36.
33. Kotulak, p. 46.
34. Ronald Kotulak, "Learning How to Use the Brain," 1996, available on the Web at http://www.newhorizons.org/ofc_21cliusebrain.html.
35. Harry T. Chugani, "Neuroimaging of Developmental Nonlinearity and Developmental Pathologies," in R. W. Thatcher et al., eds., Developmental Neuroimaging (San Diego: Academic Press, 1996), pp. 187-95.
36. Debra Viadero, "Brain Trust," Education Week, 18 September 1996, pp. 31-33.
37. Better Beginnings (Pittsburgh: Office of Child Development, University of Pittsburgh, 1997); A. DiCresce, "Brain Surges," 1997, available on the Web at http://www.med.wayne.edu/wmp97/brain.htm; and Lynell Hancock, "Why Do Schools Flunk Biology?," Newsweek, 19 February 1996, pp. 58-59.
38. Harry Chugani, "A Critical Period of Brain Development: Studies of Cerebral Glucose Utilization with PET," Preventive Medicine, vol. 27, 1998, pp. 184-88.
39. Harry T. Chugani, M. E. Phelps, and J. C. Mazziota, "Positron Emission Tomography Study of Human Brain Function Development," Annals of Neurology, vol. 22, 1987, pp. 487-97.
40. Peter R. Huttenlocher, "Synaptic Density in Human Frontal Cortex -- Developmental Changes of Aging," Brain Research, vol. 163, 1979, pp. 195-205; Peter R. Huttenlocher et al., "Synaptogenesis in Human Visual Cortex -- Evidence for Synapse Elimination During Normal Development," Neuroscience Letters, vol. 33, 1982, pp. 247-52; Peter R. Huttenlocher and Ch. de Courten, "The Development of Synapses in Striate Cortex of Man," Human Neurobiology, vol. 6, 1987, pp. 1-9; and Peter R. Huttenlocher and A. S. Dabholkar, "Regional Differences in Synaptogenesis in Human Cerebral Cortex," Journal of Comparative Neurology, vol. 387, 1997, pp. 167-78.
41. Chugani, Phelps, and Mazziota, p. 496.
42. Chugani, "Neuroimaging of Developmental Nonlinearity," p. 187.
43. Herman T. Epstein, "Growth Spurts During Brain Development: Implications for Educational Policy and Practice," in S. Chall and A. F. Mirsky, eds., Education and the Brain (Chicago: University of Chicago Press, 1978), pp. 343-70; and Chipman, op. cit.
44. Patricia S. Goldman-Rakic, Jean-Pierre Bourgeois, and Pasko Rakic, "Synaptic Substrate of Cognitive Development: Synaptogenesis in the Prefrontal Cortex of the Nonhuman Primate," in N. A. Krasnegor, G. R. Lyon, and P. S. Goldman-Rakic, Development of the Prefrontal Cortex: Evolution, Neurobiology, and Behavior (Baltimore: Paul H. Brooks, 1997), pp. 27-47.
45. Bridging the Gap, p. 11.
46. Jacqueline S. Johnson and Elissa L. Newport, "Critical Period Effects on Universal Properties," Cognition, vol. 39, 1991, p. 215.
47. Hancock, p. 59.
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