4.7.25

El diablo segador (1678), o, la representación más antigua conocida de un círculo de cultivo

  

 
El siguiente artículo fue publicado por la historiadora de la ciencia Thea Applebaum Licht en The Public Domain Review, cuyo original en inglés está en éste enlace 
 
 
  El diablo segador (1678), o, la representación más antigua conocida de un círculo de cultivo

En el apogeo de la moda de los círculos de cultivo en las décadas de 1980 y 1990, se propusieron numerosas explicaciones —naturales y sobrenaturales— para las parcelas de cereales  perfectamente aplastados que aparecían en la campiña inglesa  y aún más allá. ¿Eran esos círculos obra de visitantes extraterrestres, resultado de fenómenos meteorológicos inusuales, o producto de la manipulación de los campos magnéticos terrestres? Los cereólogos, investigadores dedicados al estudio de los círculos de cultivo, recurrieron a los archivos para localizar cualquier registro histórico existente. En 1989, los editores de la revista británica Fortean Times descubrieron un panfleto que contiene la representación más antigua conocida de un círculo de cultivo que data del 22 de agosto de 1678.  El diablo segador: o, extrañas noticias de Hartford-shire comienza con un grabado burlón. La figura menuda y regordeta del diablo se agacha, guadaña en mano. Avanza por la mitad de un campo de avena ardiente, trazando círculos concéntricos hacia el interior y dejando un rastro de tallos cortados a su paso. Tiene la boca abierta como para recuperar el aliento mientras trabaja, con su pequeña cola de cabrito agitándose.

El panfleto, de apenas cinco páginas, relata una disputa laboral que desemboca en un pacto involuntario con el diablo. Un terrateniente adinerado, con su cosecha de avena lista para la siega, solicita a su vecino empobrecido que la corte. El segador negocia con seriedad, fijando un precio justo (aunque ligeramente superior al habitual) por «el sudor de su frente y la médula de sus huesos». Frustrado por la solicitud, el agricultor contraoferta con un precio inferior al valor de mercado. Incluso cuando el segador reduce su tarifa en un acto de buena voluntad, el rico propietario desdeña el acuerdo: declara a su vecino «que el mismísimo diablo debería segar su avena» antes de negociar nuevamente con el «lamentable campesino». 

 


Según el panfleto, este terrateniente ha olvidado el deber cristiano de los ricos: satisfacer las necesidades esenciales de sus vecinos. El juicio divino se manifiesta mediante extraños «fenómenos preternaturales». Esa misma noche, testigos reportan llamas en el campo de avena. A la mañana siguiente, el agricultor halla su cosecha intacta por el fuego, pero cortada de forma antinatural:

«como si el Diablo [...] hubiera querido exhibir su pericia en el arte de la agricultura: cortó las plantas en círculos perfectos y dispuso cada paja con precisión»
—logro tan impecable que ningún humano podría replicarlo. La siega sobrenatural es de tal maestría que el agricultor «aún teme tocarla», convirtiéndose el diablo en un inesperado instrumento de justicia retributiva campesina: el círculo de cultivo funciona tanto como manifestación sobrenatural cuanto como lección de virtud cristiana. El auténtico fenómeno «maligno» subyace en cómo la economía incipiente de la modernidad corroe las relaciones vecinales.

En última instancia, la lección moral asimilada por el agricultor trasciende cualquier explicación concreta sobre el círculo de cultivo. De hecho, este fenómeno es solo uno de tantos «designios providenciales» que confluyen en la producción agrícola —como la aptitud del suelo, la oportunidad de las lluvias, los solsticios fecundos y los vientos benéficos—. Por ello, «debemos recibir la madurez con gratitud reverente, no entorpecer la cosecha con ansias imprudentes»

Sobre la autora:  Thea Applebaum Licht es escritora e investigadora radicada en Boston, Massachusetts. Ejerce como estudiante de doctorado en el programa HASTS (Historia, Antropología, Ciencia, Tecnología y Sociedad) del MIT, donde investiga la historia de la ciencia. Es licenciada en Historia y Estudios Germánicos por la Universidad de Chicago y se desempeña como asistente editorial de The Public Domain Review.

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